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Ciclismo | Vuelta a España 2006

La fiesta de la Vuelta fue una condena al dopaje

La Vuelta presentó ayer en Madrid su itinerario para 2005, pero aún siendo un recorrido bastante diferente al de años anteriores, la principal novedad fue el claro endurecimiento de la posición de esta carrera en la lucha contra el dopaje. Por primera vez un secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, subió al estrado durante una presentación de la Vuelta. Y lo hizo precisamente para pedir "a los ciclistas y a los equipos el mismo rigor, limpieza trabajo e innovación que muestran los organizadores de la carrera".

Antes de él pasaron por el escenario Ignacio Ayuso, presidente de Unipublic, y Víctor Cordero, director general de la Vuelta, y ambos lanzaron parecidos mensajes. "El dopaje es la gran lacra del ciclismo y queremos dejar claro que Unipublic y la Vuelta aplicará en esta materia la tolerancia cero. Apoyamos sin reservas los planteamientos del CSD y su laboratorio, así como los métodos de la UCI, el COI y la AMA", dijo Ayuso. Por su parte Cordero señaló la necesidad de "un esfuerzo por parte de todos para compaginar en el ciclismo la épica con la ética, que es exigible a todos" y que la Vuelta hará todo lo posible para alejar de ella "a todos los que quieren conseguir éxitos tomando atajos".

Heras, velado

Y no sólo fueron los mensajes. En el vídeo resumen de la edición anterior, Roberto Heras, vencedor de la carrera y luego descalificado por dopaje con EPO, apenas apareció. Solamente salió la imagen de su victoria en Pajares. Ningún fotograma en el podio, ni tampoco con el maillot amarillo.

El hecho ha sido tan grave que en esta ocasión el ciclista no fue tratado como una víctima del sistema. Ayuso felicitó al laboratorio y Manuel Piñera, dimitido presidente del equipo Liberty, dijo que "el primer responsable es el ciclista, que no se pone nada si no quiere".

En un acto posterior en el CSD, Lissavetzky volvió a incidir en el tema: "Queremos un deporte limpio, no medallas manchadas. No estamos aquí para ir de palco en palco, sino para luchar contra el dopaje, pese a quien pese y se llame como se llame".

Diferente

El recorrido que presentaron los organizadores es bastante diferente de lo habitual. Hay cinco llegadas en alto, pero se han rehuido los grandes puertos e incluso los Pirineos. Pero si la montaña está más dulcificada, también las contrarrelojs, que son muy cortas, tanto la de por equipos (7,2 km) como las dos individuales (33 y 28 km).

Es una carrera que va a dar opción a bastantes candidatos. Con un comienzo exigente, que reúne tres metas de montaña en los primeros nueve días (Covatilla, Morredero y Cobertoria), una fase más tranquila y una última semana también dura, con Calar Alto y La Pandera. Ciclos de recuperación y alto esfuerzo intercalados.