Balonmano | El regreso de un histórico
El Atlético recuperará su equipo de balonmano
El Atlético de Madrid añora tiempos mejores, en los que su equipo de balonmano acumulaba éxitos (9 Ligas, 9 Copas y 2 Supercopas) y ha decidido recuperar esta sección. La Asobal está encantada y el proyecto se ha puesto en marcha. Lo más difícil será encontrar una plaza libre.
El Atlético de Madrid ha decidido recuperar su sección de balonmano, desaparecida hace ahora trece años, y ya ha comenzado las gestiones para conseguir un puesto en la Liga Asobal. El club rojiblanco tiene previsto que el nuevo equipo debute en la temporada 2007-08, aunque si se pusiera al alcance una plaza para el año que viene, aceleraría el proceso para no dejar escapar la ocasión.
Este proyecto se enmarca dentro de la campaña de modernización y mejora de su imagen que el Atlético comenzó tras el descenso y que está dándole buenos resultados económicos. Sin embargo, los éxitos deportivos se le resisten al equipo de fútbol y volver al balonmano supondría una importante inyección de prestigio. Por este motivo, la decisión es firme, pero aún tiene varios obstáculos que superar para llevarla a cabo.
Sin duda, el más complicado es obtener un equipo en la Asobal. Las reglas de la competición permiten que cualquier club pueda vender su plaza a quien considere oportuno, pero en estos momentos no parece que ninguno de sus miembros esté pensando en hacerlo. El último precedente se produjo en 2003, cuando el Almería le compró su puesto al Gáldar por unos 400.000 euros, pero ahora ningún club atraviesa graves problemas económicos.
Sin embargo, el proyecto rojiblanco cuenta con el apoyo incondicional de la propia Asobal, que está como niña con zapatos nuevos ante la idea de que un histórico con el nombre del Atlético vuelva al balonmano. Por eso, pondrá todas las facilidades a su alcance para que se concrete cuanto antes dicho regreso.
Segunda vía
Si no logra llegar directamente a la Asobal, el Atlético podría entrar por la puerta de atrás. Es decir, empezando en División de Honor B, la segunda categoría nacional, donde siempre hay plazas disponibles. Una vez allí, un desembolso de un millón de euros permitiría construir un equipo con muchas opciones de ascender el primer año. En la Asobal, las cantidades a manejar serían superiores, pero asequibles para el Atlético: instalarse en la zona media-alta costaría dos millones y un superequipo para pelear con Ciudad Real, Barça y compañía se iría a los tres millones.
Otra decisión que aún debe tomar el Atlético es dónde disputará sus partidos. Varios municipios madrileños ya han mostrado su interés en acoger al equipo, que ya en su última época fue Atlético de Madrid-Alcobendas. Si ninguna de estas negociaciones llega a buen puerto, los rojiblancos jugarán en un pabellón de su nueva ciudad deportiva de Alcorcón.
Se resuelvan como se resuelvan estas cuestiones, el Atlético volverá al balonmano en un plazo máximo de año y medio. Una gran noticia para el deporte y para el club, que vivió días de gloria como aquella final de la Copa de Europa perdida ante la maravillosa Metaloplastica en mayo del 85, con 13.000 aficionados llenando las gradas del Palacio de los Deportes. Tiempos mejores que el Atlético quiere recuperar ahora.