Tenis | Master series de Madrid
Las modelos aportarán el glamour en las pistas
Organizadores y patrocinador no esperan tanta polémica este año
La pelota se estrella en la red y Marta sale disparada para cogerla. Marta Romero es una de las 17 modelos que repiten experiencia como recogepelotas en el Masters de Madrid. "¡Jolín, chica! Estás atacá", le dice una de las 19 que debutarán en esta labor al ver la celeridad de reacción de su compañera. Al fin y al cabo es sólo un entrenamiento.
Uno más entre las tres semanas que estas mujeres llevan ensayando para que todo salga bien, para que nadie saque pegas a una experiencia que nació con gran controversia el año pasado en Madrid.
"Nosotras hicimos oídos sordos al revuelo que se montó. Hicimos nuestro trabajo y lo hicimos bien", recuerda Marta (en la foto, con pantalón de colorines). "Para mí fue un trabajo más dentro de mi actividad como modelo. El más divertido, porque a mí me gusta jugar al tenis, al pádel y al golf".
Para las chicas fue una tremenda sorpresa los tintes de machismo o sexismo que se asociaron con su labor. "De ser así, todos los trabajos que me salen serían sexistas, porque yo siempre presto mi imagen a una marca", continúa Marta. "Además tampoco entiendo por qué se armó ese revuelo cuando también hay chicas en el boxeo con los cartones de los asaltos, en las motos y en la Fórmula 1 llevando paraguas, las cheerleaders del baloncesto, las azafatas del ciclismo... Y nosotras no tuvimos que dar ningún beso en el podio y además vestimos un uniforme de lo más recatado".
Críticas.
Pero era algo nuevo y tuvo una fuerte reacción. Incluso la secretaria general de Políticas de Igualdad del Ministerio de Trabajo, Soledad Murillo, pidió la retirada de las modelo-recogepelotas porque, según su carta a la organización, contribuían a "fomentar una visión discriminatoria de las mujeres, que aparecen como simples objetos de decoración".
"La repercusión fue enorme y nos pilló por sorpresa", recuerda Cecilia Casla, jefa de prensa del torneo. "Nosotros buscamos llamar la atención con una acción de marketing. Un toque de glamour diferente. Pero todo se desbocó. La controversia llegó a las más serias columnas de opinión de los diarios. Y realmente conseguimos más efecto del que pensábamos, porque la noticia dio la vuelta al mundo".
Agassi dio su OK.
Aquello trajo una mayor dosis de responsabilidad. "Estábamos preocupados porque si las chicas tenían fallos la repercusión hubiera sido muy negativa", prosigue Cecilia. "Pero ningún jugador se quejó. Incluso Agassi, que es muy metódico en la pista, nos dijo que lo habían hecho bien".
Pese al éxito, no ha habido imitadores. Tan sólo en un par de torneos de exhibición en Chile se han empleado también modelos como recogepelotas. Pero en Madrid la continuidad parece asegurada. "Terminamos contrato este año, pero queremos renovarlo", dice Antía de Ron, mánager de prensa de Hugo Boss, firma patrocinadora del experimento. "El año pasado la repercusión mediática fue increíble, tuvimos portadas en revistas de todo el mundo, crónicas sociales, no sólo deportivas. Imagino que este año no habrá tanta polémica, pero sigue interesándonos".