Zabel gana la París-Tours en su adiós al T-Mobile

El vencedor "Ha sido un récord de emociones"

Es un sueño que se ha hecho realidad. Yo quería despedirme del T-Mobile y, sobre todo, de Walter Godefroot, con un triunfo como éste. He conseguido igualar el récord de la París-Tours, pero ha sido mayor aún el récord de emociones que he sentido por este triunfo. Es difícil dejar un equipo en el que has estado trece años. Han sido todos estupendos, salvo esta última campaña en la que no me han acompañado los resultados. Por eso es muy importante esta despedida. Ahora correré junto a Petacchi el Milram, donde hay sitio para los dos".

Daniele Bennati pegó un puñetazo en el manillar nada más cruzar la línea de la París-Tours. Para este prometedor sprinter italiano (25 años) habría sido la victoria más importante de su corta carrera. Pero sólo diez segundos después reaccionó y tuvo un gran gesto deportivo: se fue hacia Erik Zabel y le felicitó.

Bennati sabía que esta victoria, aunque fuera la número 184 de su palmarés, era aún más importante para el ciclista alemán. Zabel, 35 años, se ha pasado trece años en el Telekom (ahora T-Mobile) y esta era su última carrera en el equipo alemán. El año que viene correrá al lado de Petacchi en el Milram (fusión del equipo alemán Wiesenhof y el italiano Domina Vacanze). Era la despedida soñada tras una dorada época en la que, antes de que llegara Ullrich, él lo fue todo en el ciclismo alemán: seis veces vencedor del maillot por puntos en el Tour, doce etapas en esta carrera, nueve clásicas, entre ellas cuatro veces la Milán-San Remo.

Su triunfo en esta París-Tours supone además igualar el récord de tres victorias que poseen el francés Paul Mayé (1941, 42 y 45) y los belgas Gustave Danneels (1934, 36 y 37) y Guido Reybroeck (1964, 66 y 68). Zabel ganó esta carrera en su segundo año como profesional (1994) y también en 2003.

Y lo consiguió en un sprint complicado en el que los velocistas tuvieron que sortear durante su pelea a los belgas Philippe Gilbert y Stijn Devolder, escapados a 27 km de meta y rebasados a sólo 50 metros.

Hubo otra fuga, más larga, en la que participó el cántabro Iván Gutiérrez junto al holandés Posthuma y el francés Berger, que llegaron a tener nueve minutos de ventaja. Fue parte del trabajo que hizo el Illes Balears en favor de Valverde. También tiraron del pelotón en los últimos kilómetros y lanzaron a Lastras para atrapar a Gilbert y Devolder. Pero la última recta, totalmente llana y de más de un kilómetro, de esta clásica es para velocistas puros, ante los que Valverde no pudo encontrar opción. Acabó 19º.