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Alejandro Blanco, nuevo presidente del COE

De los 188 votos válidos emitidos, Blanco, que sucederá en el cargo a Echevarría, obtuvo un total de 101 votos, frente a los 84 que obtuvo Mercedes Coghen.

<b>RETOS</b>  Aumentar la presencia de españoles en el Comité Olímpico Internacional y las próximas citas olímpicias, son los grandes retos del nuevo presidente del COI.
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Alejandro Blanco ha sido elegido hoy nuevo presidente del Comité Olímpico Español en el curso de la asamblea extraordinaria de dicho organismo.

Alejandro Blanco, que sucede en el cargo a José María Echevarría, es el decimoséptimo presidente en la historia del Comité Olímpico Español.Entre los 188 votos emitidos, todos ellos válidos, hubo tres en blanco.

Diez días antes de cumplir 55 años Alejandro Blanco Bravo, licenciado en Ciencias Físicas, se convirtió hoy en el presidente número 17 del Comité Olímpico Español (COE), organismo que pretende modernizar, dinamizar y llenar de contenido para que sea el foro del deporte y la casa de las federaciones y los deportistas.

Avalado por veinte años de experiencia como presidente federativo, los doce últimos al frente de la Española de Judo, Blanco asume la presidencia como abanderado de un programa "abierto", consensuado con la mayoría de las federaciones olímpicas, y respaldado por un equipo profesional.

Con fama de hombre sencillo, sincero y dialogante, se presentadispuesto a aportar un nuevo estilo al COE, asociado tradicionalmente a un perfil presidencial más elitista y vinculado en más de una ocasión con la aristocracia española.

Desde 1993

Entró en el Ejecutivo en abril de 2001 y accedió a una de las vicepresidencias de las federaciones olímpicas en junio de 2004 como sustituto de Rafael Blanco, nombrado entonces director general de Deportes.

Impulsor desde Atlanta'96 de los encuentros periódicos de las federaciones olímpicas, institucionalizados en 2003 con la Confederación de Federaciones Deportivas Españolas (COFEDE) que preside, encabezó también la comisión que modificó los Estatutos del COE y aumentó el poder de decisión de este grupo.

Su protagonismo en la Confederación ha sido determinante para recibir la confianza del sector federativo olímpico, que si no es el más numeroso en la Asamblea del COE es el que tiene mayor capacidad de decisión con 4 votos por federación.

Nacido en Orense y vallisoletano de adopción, ya que en Valladolid estudió y se licenció en Ciencias Físicas, su pasión por el judo le ha llevado a lo más alto del deporte olímpico español. "El judo es mi vida", dice a quien quiere escucharle, después de haber sido judoca y ejercer como árbitro y entrenador,

Tras regentar un gimnasio de artes marciales en Valladolid, se incorporó al mundo federativo en 1985 al convertirse en presidente de la federación castellano-leonesa, a cuyo frente estuvo hasta 1993. La salida de Luis Bágena de la Española le llevó entonces a la presidencia de ésta, donde acababa de iniciar su cuarto y último mandato después de solventar sin oposición los tres comicios anteriores.

Casado y padre de dos hijos y con una vida a caballo entre Madrid y Galicia, donde reside parte de su familia, Blanco se dispone a dedicarse de lleno al COE. Allí entra con la mano tendida hacia los que han sido su oposición en estas elecciones y abierto a colaborar y a conciliar la convivencia de olímpicos y no olímpicos.

Convencido de que el COE le dejará aún menos tiempo que el judo, entre las primeras citas de su agenda aparece una presentación a Jacques Rogge, presidente del Comité Olímpico Internacional, donde está empeñado en aumentar en cuanto sea posible la presencia española.

Nuevos retos

Turín'06, Pekín'08 y un gran esfuerzo para conseguir aumentar la presencia de España tanto en federaciones internacionales como en el COI son parte de los retos que tiene ante sí Alejandro Blanco, desde hoy nuevo presidente del Comité Olímpico Español (COE).

Aunque lo más inmediato serán los Juegos de Invierno en Turín, el próximo mes de febrero, la preparación del equipo español para Pekín'08 es una de las prioridades del nuevo mandatario del COE, que sabe lo difícil que será ganar una medalla en la capital de China ante la gran inversión hecha por el país anfitrión.

"No hay que asustarse porque el deporte español está, en general, muy bien. Sabes donde estás cuando vas a ir a los juegos, pero hay que esperar, es imposible hacer una previsión antes de 2007", estimó Blanco hace unos días.

Como prioridad la agenda del nuevo presidente incluye su presentación personal a su homólogo en el Comité Olímpico Internacional (COI), Jacques Rogge, al que desea invitar a España en un gesto inicial para exportar la imagen del país.

En estos momentos España sólo cuenta con dos miembros en la Asamblea del COI, la Infanta Pilar y Juan Antonio Samaranch Salisachs, y está representada en trece federaciones internacionales, con dos únicas presidencias, la de Doña Pilar en hípica y la de Antonio Espinós en kárate.

La incorporación a los foros internacionales es un objetivo que conllevará mucho trabajo y sólo se conseguirá después de cierto tiempo en opinión del nuevo presidente, ya que se necesitan al menos cuatro años para darse a conocer y buscar un grupo de apoyo.

El objetivo además es promocionar a la persona con más posibilidades de entrar en el COI, que no tiene que ser necesariamente el presiente del COE, y darle un respaldo total para conseguirlo.

Madrid y Jaca, olímpicas

La candidatura olímpica de Madrid también entra en los proyectos de la recién estrenada presidencia del COE, que vería con muy buenos ojos una nueva intentona de la capital para 2016, aunque su presentación para ese año o el aplazamiento hasta 2020 es competencia del Ayuntamiento de la ciudad.

El respaldo a Jaca 2014, que por cuarta vez intentará organizar unos Juegos de invierno, es otro compromiso adquirido por el COE, que impulsará el proyecto de la localidad oscense a la espera de que el COI haga un corte entre las aspirantes en junio de 2006, antes de elegir la sede definitiva el 7 de julio de 2007 en Guatemala.

Jaca, que peleará esta vez con Alma Atá (Kazajistán), Bakuriani (Georgia), PyeongChang (Corea del Sur), Salzburgo (Austria), Sochi (Rusia) y Sofía (Bulgaria), ya fue candidata, sin éxito, a la organización de los Juegos de Invierno de 1998 (dados a Nagano), 2002 (Salt Lake City) y 2010 (Vancouver).

Al margen de la pura competición, el COE deberá encarar en los próximos cuatro años una reorganización interna para actualizar y agilizar sus estructuras, aumentar la participación de federaciones y deportistas y aproximarse a las demandas sociales, acordes a los principios del olimpismo moderno.

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La convivencia entre las federaciones olímpicas y las no olímpicas, que se han sentido relegadas tras la creación de la Confederación de Federaciones Deportivas (COFEDE) integrada sólo por olímpicas, se presenta como otra de las asignaturas pendientes en el nuevo COE, que ya ha recibido una llamada del colectivo paralímpico.

"Tienen una oportunidad excelente de aproximarse a nosotros. Que no nos vean como a los hermanos pobres y nos echen una mano", dijo hace apenas dos semanas Miguel Carballeda, presidente del Comité Paralímpico Español (CPE) y miembro de la Asamblea que votó hoy.

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