La plata de Valverde se vio menos que el oro de Freire

El ciclismo no pasa por su mejor momento televisivo. Atrás quedaron los tiempos en donde más de cinco millones de personas se reunían para ver a Indurain con el maillot amarillo del Tour. Ahora, el ciclismo ha retrocedido a un tercer plano. En la prueba de fondo en carretera masculino, celebrada el pasado domingo, una media de 773.000 espectadores vieron la plata de Valverde, 488.000 menos que en el Mundial de Italia del pasado año en donde Óscar Freire consiguió la medalla de oro (1.261.000 televidentes).

En 2004, La 2 realizó tres conexiones con la carrera, la última de 15:00 a 17:00, y sin interrupciones. Este año fue diferente. La 2 cortó su emisión, a falta de dos vueltas y media y con ciclistas españoles escapados, para ofrecer la Copa Davis. Posteriormente, volvió a conectar para dar el final. Esta caída de audiencia es mucho más significativa si tenemos en cuenta que TVE conecta con la carrera en su tramo final y, por ende, más atractivo. La pasada Vuelta a España fue la consumación de que el gancho del ciclismo es cada vez más débil. La ronda española en 2005 tuvo 514.000 espectadores menos que en 2004. Sin embargo, no sólo las rondas grandes padecen esta caída de audiencia. Dos claros ejemplos: la Volta a Cataluña 2005 registró una media de 496.000 espectadores, 152.000 menos que la temporada anterior (648.000 televidentes), mientras que la Vuelta a Valencia de este año alcanzó los 571.000 espectadores por 672.000 televidentes del año 2004.