"De joven, era el rey de las discotecas"

¿Cómo le dio por hacerse ciclista?

Mis padres me regalaron una bicicleta por mi primera comunión, a los 9 años, y ahí empezó la cosa. Comencé haciendo de todo, trialsín, ciclocross... Hasta los 18 años no me dediqué plenamente a la ruta. Me dí cuenta de que si me quería ganar la vida como ciclista tenía que ser profesional de carretera.

Cuentan que se ganaba unas perras con el trialsín.

Sí, con mi amigo Fernando Fernández hacíamos exhibiciones en discotecas. Nos pagaban cinco mil pesetas por sesión. Y además teníamos la entrada gratis, las cervezas y, como nos habían visto en el escenario, también sacábamos algún ligue. Éramos los reyes de la discoteca.

¿Practicó otros deportes?

Al principio a mí me gustaba más el fútbol. Jugaba en el Louro de Tameira y era un delantero centro goleador. Era pequeñito y habilidoso.

Le llamaban Cascarilla.

Sí, porque hasta los 17 años media 1,50 metros y pesaba 38 kilos. Ahora mido 1,78 y peso 67.

Dice Perdiguero que usted es el más metrosexual.

Yo creo que lo es él. A los dos nos gusta ir a la moda.