Gracias, Denis
Gracias Menchov. Gracias por darle vida a una Vuelta que creímos finiquitada en Valdelinares. Gracias por haber dado emoción a la carrera y por haberte convertido en el enemigo extranjero, cuando ya nos temíamos que la lucha se iba a reducir al ámbito local. Tú no has perdido la Vuelta. La ha perdido tu equipo. El Rabobank es un buen equipo para las Clásicas y para el Tour. Es decir, para lo que les interesa. Y como parece que la ronda española no es santo de su devoción, pues han dejado solo al bueno de Denis. Han venido sin ambición, sin expectativas. Porque el compromiso ya estaba firmado. Y esta actitud, además de resultar una falta de respeto intolerable hacia la afición, le hace mucho daño al ciclismo.
En cuanto a lo puramente deportivo, ya sólo nos queda dilucidar el segundo puesto y los triunfos parciales. En condiciones normales, el duelo debe estar entre Menchov y Sastre. Lo que no es poco. El ruso no está muerto y, pese al error de juvenil que tuvo el domingo, volverá a aparecer en la sierra madrileña y en la crono de la capital de España. Sastre lo tendrá difícil, pero seguro que intentará algo. Está siendo uno de los grandes animadores de una carrera a la que sólo le quedan incógnitas menores por resolver. La Vuelta está ya finiquitada. Puede que algo pronto, pero podía haber sido mucho peor. Por eso no tenemos que dejar de darle gracias a ese ruso de talante tranquilo que le ha cambiado la cara a la carrera.