"Conocí a Indurain con 12 kilos más"

¿Cómo le dio a usted por el ciclismo?

Jugué al fútbol hasta los 15 años. Era interior derecha, un centrocampista creador, que le dicen ahora. Pero tenía un primo y un amigo que competían en bici y me federé con ellos. Corrí sólo cuatro años.

No llegó a jugar con su hermano Juan Carlos (ex portero del Barça), ¿verdad?

No. Le llevo doce años.

¿Y por qué dejó la bici?

Me dolían las piernas. No voy a decir más por si me leen mis corredores. Pero no era malo. Gané cinco o seis carreras. Al colgar la bici, los hermanos Legarra me ofrecieron que les ayudara a llevar el equipo. El equipo Legarra terminó siendo el Reynolds, grupo profesional desde 1980.

¿Cómo conoció a Indurain?

En 1982. No recuerdo dónde, pero sí que me habían hablado de un juvenil portentoso. En ese tiempo era raro ver a un ciclista de 1,88 metros. Miguel se parecía poco a lo que luego fue. Pesaba doce kilos más y era sprinter y rodador. En 1983 ya corría con nosotros como amateur.

¿Ha trabajado en otra cosa que no sea el ciclismo?

En el negocio familiar. Mis padres tienen una fábrica de piensos compuestos. Ayudé desde los 19 a los 27 años.