El padre de Casado es un aventurero extremo

Laureano Casado es uno de los hombres récord de nuestro país en el deporte de aventura. Ya a sus 17 años, quedó subcampeón de España de paracaidismo y años después, ya con el programa de TVE Al Filo de lo Imposible, llegó a lanzarse con un paracaídas desde 12.000 metros. Una hazaña digna de Superman. La vida del padre de Arturo Casado ha estado siempre cerca del riesgo, aunque él lo vea como una actividad más. "Sí, es cierto que hay un riesgo muy superior al normal. Ese riesgo potencial se puede convertir en peligro dependiendo de la actitud del piloto". Desde pequeño, ya le gustaba el deporte y pronto se iría acercando al mundo de la aviación. Junto a él, iba un mocoso al que llamó Arturo, que ya con diez años hizo su primer salto de puenting.

En 1989, Laureano sobrevoló algunos de los volcanes más famosos de la tierra. Volcanes de más de 6.000 metros de altura. Entonces su hijo tenía apenas siete años. "Se venía a correr conmigo porque desde pequeño le encantaba hacerlo". En esas fechas, la familia Casado todavía no estaba metida en el mundo del atletismo. El entorno que les rodeaba era el de los deportes aéreos y más concretamente, el paracaidismo. La pasión y el trabajo de Laureano se centran en el vuelo en todas sus facetas y lo cierto es que los resultados obtenidos hasta ahora son excelentes. Ostenta el récord del mundo de recorrido sobre circuito triangular en parapente motorizado, récord de España en lanzamientos en paracaídas en menos tiempo (43 saltos en diez horas)... Y como éstos, un sinfín de ellos. Son marcas que muchos desconocen, pero que ahí están.

Además de todos eso, colabora con el programa Al Filo de lo Imposible. Más de veinte programas en donde se le ha visto saltando desde el Pirulí de Madrid en parapente o haciendo lo propio desde un globo y aterrizando en otro. Hazañas que bien podrían valerle el apodo de Superman. Quien tenga alguna duda sobre vuelo y deportes de riesgo, el hombre de referencia se llama Laureano Casado. Una de sus últimas vivencias con el conocido programa de televisión fue en octubre, cuando estuvo en el Amazonas: "Recorrimos 200 kilómetros del río en paramotor, después sobrevolamos el lago Titicaca en globo y más tarde subimos una montaña de 5.600 metros en los Andes"

El padre del que mañana disputará la final de los 1.500 en los Mundiales de Helsinki, no cabe duda que parece de hierro. Los genes se los debe haber transmitido a su hijo. No obstante, antes de cada carrera en la que participa Arturo, los nervios se apoderan de él. "Se me dispara el corazón cuando va a empezar a correr, no lo puedo evitar". Como Superman, tiene una debilidad.