Ciclismo | Tour 2005. 16ª etapa
El Cascarilla se ha convertido en un gigante
Hace justo una semana Óscar Pereiro (27 años, Mos, Pontevedra) bajaba La Madeleine escapado con Vinokourov y Botero y aprovechó el descenso para sacarse un pastelillo del maillot. Cuando volvió la vista a la ruta comprobó que no tenía tiempo para trazar la curva, pensó en lanzarse al suelo, pero, como casi siempre, optó por la opción más arriesgada: lanzarse por el terraplén. En la foto se puede ver la piedra que le hizo caer. María lo vio en la tele y se llevó un susto de muerte. Desde entonces, apaga el aparato cuando hay un descenso de un puerto. Para octubre ambos esperan la llegada de Juan, su primer hijo, y María no quiere más sobresaltos. Pereiro no dudó, tiene una fe ciega en su pericia con la bici. Monta desde los ocho años e incluso llegó a dar exhibiciones de trialsín en discotecas para ganarse unas perras. Por entonces le llamaban 'Cascarilla', porque medía 1,50 metros y pesaba 38 kilos. Tres años más tarde (a los 17) pegó un estirón y se fue al 1,78 y los 65 kg de ahora. En diciembre de 2001 pegó otro estirón deportivo. Estaba sin equipo, pensando en colgar la bici, tras dos años corriendo en Portugal, y Álvaro Pino le llamó por teléfono para decirle que le había encontrado un hueco en el Phonak. Óscar paró el coche en la cuneta y se abrazó a María llorando.