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Juegos Mediterráneos Almería 2005 | Última jornada

España se colgó 4,5 kilos de oro en Almería

Récord de medallas (152), a una de las campeonas Italia y Francia

Tomás Guasch
<b>HONORES DE CAMPEONES. </b>La joven selección que formó Juan Santisteban pudo dar ayer la vuelta de honor en el Estadio del Mediterráneo tras ganar el torneo de fútbol.

Se acabó a lo grande. Recordando aquellos cowboys de las películas del Oeste que se filmaron en Almería, la delegación española se llevó de estos Juegos Mediterráneos cuatro kilos y medio de oro: 45 medallas a 100 gramos cada una. Y pulverizó su mejor registro en el medallero de la competición al conquistar 152 metales (45-59-48). La cifra a batir eran las 110 de Atenas 1991. Al final, nos quedamos a una de Italia y Francia, que empataron a 153. Pero si les aprietan pueden contestar que también conseguimos esa cifra: Almería y sus gentes se llevaron el oro más grande de estos Juegos inolvidables, luego hubo empate. Sara Pérez (cuatro medallas en natación), Rafa Martínez (cinco en gimnasia) y las selecciones masculina y femenina de balonmano, oro ambas, fueron los reyes españoles.

En el ránking de calidad deportiva, el oro ganado en competición, sí hubo diferencia: Italia se llevó 57, por 56 Francia y 45 España. Como dijo el secretario de Estado Jaime Lissavetzky, "ellos siempre han estado por encima, no nos pidan milagros ahora". España, en efecto, es el tercer país del Mediterráneo en potencial deportivo, y pese a que las distancias se acortan, el día de competir de tú a tú con italianos y franceses en todo está aún lejos.

La última jornada tuvo oro en waterpolo, tenis y fútbol, plata en voleibol y tenis y pinchazo con anécdota en tenis de mesa. Por partes: en el agua confirmamos que hay sucesión. De los últimos grandes faltaron los retirados Rollán, Sans y García y no fueron convocados por el nuevo seleccionador, Sánchez-Toril, Ballart, Gómez y los hermanos Moro. Pero el equipo se comportó como tal y cubrió con éxito un escalón más hacia el momento de la verdad: los Juegos de Pekín 2008, cuando deberá demostrar si se aproxima al anterior, el mejor de nuestra historia waterpolística. Ayer tumbaron a Italia, que vino con su mejor equipo. El tenis fue el esperado paseo español sobre tierra: Pous y Almagro ganaron el oro individual a Llagostera y García, respectivamente. Inscribimos cuatro jugadores y se llevaron el oro y la plata en individuales y los dos oros en dobles; debe ser récord del mundo. Decepción en el voleibol: perdimos ante Egipto en el quinto set. Una pena para los almerienses Salvador y Carreño, que habían soñado con un oro que se fue hacia El Cairo porque los jugadores egipcios se portaron como verdaderos faraones sobre la red.

En fútbol, oro con gol del sevillista Kepa. Con éste, el olímpico del 92 y la Eurocopa del 64, ya sólo nos queda por ganar un Mundial: eso sí, visto lo visto, tardará un poquito. La anécdota de la jornada se vivió en el tenis de mesa. Alfredo Carneros se jugaba el bronce ante el serbio Grujic. Iba a servir para ganar el partido cuando un fotógrafo disparó su flash y le cegó. El español falló el saque y se desquició: gritó desesperadamente contra el retratista, ya no dio pie con bola y perdió. Esa iba a ser la medalla 153, pero se fue al limbo por culpa de un fotógrafo español, que huyó a la carrera. Fue el final chusco de unos Juegos maravillosos, ojalá que pórtico de otros: los de Madrid 2012, naturalmente.