Juegos Mediterráneos Almería 2005 | La jornada
¡Rojo, amarillo, oé oé!
Apoteósis en oro de las chicas del balonmano. Partidazo de Ortuño, Mangué y Aguilar. Bronce del libertino basket masculino
El balonmano femenino español logró ayer su primer oro en un gran acontecimiento al imponerse en una gran final a Serbia y Montenegro y escribir una de las páginas más brillantes del deporte español. Las chicas de Florido se consagraron como las reinas de estos Juegos Mediterráneos y la apoteosis se apoderó del pabellón de Vícar con el apretado 30-29 final. El equipo subió al podio al grito de '¡rojo, amarillo, oé, oé!' que fue coreado hasta la extenuación y que se ha convertido en el grito de Almería-2005. Otros dos equipos femeninos cerraron con éxito su participación: el baloncesto ganó el bronce al imponerse a Grecia y el voleibol acabó en quinto lugar, tras derrotar a Francia.
Pero el balonmano (Barrufet y cía disputan su final a la una de la tarde) es nuestro deporte de equipo de los Juegos. El talentazo de Isabel Ortuño, la lateral de Elda (Alicante) que juega en el Viborg HK de Dinamarca, abrió el camino hacia la victoria. Autora de ocho goles, Isabel protagoniza una vez tras otra una ceremonia mortal para el adversario: en cuanto España ataca, ella sale del banquillo y se incorpora a su posición en la banda.
Talento de Ortuño
. Allí se ajusta una punta de la camiseta en el pantalón y espera a que sus compañeras le den la pelota; si ve agujero, finta en diagonal, se levanta y la pone en un ángulo imposible de detener: lo logró en 8 de 14 intentos. De camino al banquillo en cuanto ataca el contrario, se saca la camiseta del pantalón y se sienta, lista para el vuelta a empezar. Ortuño (23 años cumplidos en marzo) tuvo dos aliadas magníficas en la canaria Marta Mangué, 7 goles, y la manchega Macarena Aguilar, que anotó otros siete.
Entre las tres sumaron 22 de los 30 goles españoles, pero sería injusto olvidarnos del resto del equipo campeón, orgullo de España en estos juegos: Elisabeth López Valledor, María Eugenia Sánchez, Soraya García, Susana Pareja, Rocío Guerola, Dolores Martín, Yolanda Sanromán, Beatriz Morales, Patricia Alonso, María Eugenia Sánchez, Begoña Fernández y Verónica Cuadrado, que junto a todo el cuerpo técnico se tomaron la revancha de su tremenda decepción cuando Holanda les apartó del Mundial en una eliminatoria desgraciada. España ganó la ida por 24-25 y perdió la vuelta por 30-31. Las holandesas se clasificaron porque metieron más goles fuera. Casualmente, Ortuño jugó aquellos partidos mermada por una fractura en la nariz que la obligó a jugar con una máscara que le dificultaba la visi sin esa lesión, España habría sacado su pasaporte al Mundial con casi toda seguridad.
Los bemoles de este equipo femenino que no se rindió nunca contrastan con el papelón del equipo de baloncesto masculino, que cerró ayer su participación ganando un miserable bronce a Turquía. Habría mucho que hablar sobre el equipo, que le ganó por 60 puntos a Grecia en un amistoso pre Juegos en Guadix y perdió la semifinal ante el mismo equipo heleno. Lo suyo ha sido ridículo, pero lógico: muchos se han metido en el cuerpo más copas que tiros libres en la canasta. ¡Libertinos!.