España pone la guinda a un año histórico

La selección española de balonmano puso en los Juegos Mediterráneos Almería'05 la guinda a un año histórico, al conquistar la medalla de oro ante Croacia (28-21), en una reedición de la final del Mundial celebrada el pasado mes de febrero en Túnez, en la que también se impuso el conjunto hispano.

Tras un comienzo titubeante, España exhibió la mejor defensa del torneo para imponerse con autoridad al equipo balcánico y sumar de esta forma su primera medalla de oro en unos Juegos Mediterráneos y completar el pleno del balonmano español, tras la victoria conseguida también por el equipo femenino ante Serbia.

España comenzó muy fría el partido, todo lo contrario que los croatas, que atacaban con gran fluidez y marcaban con facilidad, lo que les permitió marcharse en el luminoso con una renta de cuatro goles (2-6, m.10).

Juan Carlos Pastor paró el partido con un tiempo muerto y aleccionó a sus jugadores para defender con una mayor intensidad ante la sangría que estaban provocando los croatas con sus circulaciones y lanzamientos.

Las indicaciones del técnico surtieron efecto y el combinado español ajustó su defensa, elevó su intensidad, y poco a poco fueron enjugando la desventaja hasta igualar el partido (9-9, m.20).

España estaba embalada ante un rival desconcertado que no sabía como atacar la agobiante defensa hispana, que dejó a los croatas en tan solo tres goles en el último cuarto de hora.

Juanín García destacó en el ataque

En ataque, sobresalió la actuación de Juanín García. Primero desde el extremo y posteriormente corriendo el contragolpe, martilleó una y otra vez la meta balcánica, hasta convertir siete goles en este periodo, que junto a las buenas paradas de Sierra en en los últimos diez minutos, permitió al combinado nacional llegar al descanso con su máxima diferencia (15-11).

En la reanudación, los croatas trataron de meterse de nuevo en el partido (16-14, m.37), pero España volvió a ponerse el mono de trabajo en labores defensivas y dio un nuevo tirón con un parcial de 4-0 (20-14, m.49) que terminó de minar el ánimo de Croacia, que impotente ante la defensa española vio como la selección de Juan Carlos Pastor se iba hasta alcanzar una máxima renta de ocho goles (22-17, m.52).

Con el partido finiquitado, ambos equipos trataron de adornar su juego ante un público entregado que festejó con la selección la victoria final por 28-21.