Juegos del Mediterráneo | Petanca
La petanca se juega en la plaza que fue de Curro
España confía en lograr al menos cuatro medallas en el albero.
La Plaza de Toros de Almería vivió tardes memorables de Curro Romero en las fiestas de la Virgen del Mar. Se recuerda una a un toro de Pérez Tabernero, al que desorejó entrando los 80. Esta plaza se ha acondicionado ahora para ser la sede del torneo de petanca de estos Juegos. Jamás se han visto en una así la petanca ni la fiesta. Por lo que vimos ayer, hacen buenas migas.
María José Pérez es campeona de Europa y el resto de sus compañeros acapara títulos nacionales. Viven de su trabajo y del dinero en premios cuando ganan torneos. En España, la petanca cuenta con 35.000 federados, y Hortensia Hermida, hija de José Antonio, presidente que fue de la sección de petanca del Espanyol, nos recibe con una larga cambiada: "Una cosa es la petanca que se juega en la calle y otra la de competición. Esta requiere una preparación física y mental y un gran espíritu de sacrificio, pues a nuestros representantes en estos Juegos estar aquí les cuesta dinero y días de vacaciones. Nos perjudica mucho que cada vez que hay un lío con las pensiones, en la tele lo explican añadiendo imágenes de abueletes jugando a la petanca; los queremos mucho, pero no tienen nada que ver con lo nuestro".
Los reyes de este deporte son los franceses. Allí se dice que hay más jugadores de petanca que universitarios y se calculan cuatro millones de federados. "Usted abre el maletero de diez coches franceses y en siete encontrará bolas de nuestro deporte", comenta Miguel Barbecho, del equipo español que hoy se meterá en la lucha por las medallas. Para las nueve de la noche está prevista la final de Dupleta.
A las partidas de ayer, primera jornada, acudió un buen número de aficionados y curiosos. Estos Juegos tienen la gracia especial de que todo está a mano. Por ejemplo, la señora madre del gimnasta Víctor Cano, oro en caballo con arcos. Sole Segura trabaja en una oficina de Correos vecina de la casa de un servidor, allá en Barcelona. "Ya le tocaba a mi hijo ganar, que siempre quedaba cuarto y da mucha rabia", explica esta funcionaria que, como la gente de la petanca, ha adelantado sus vacaciones para competir al lado de su hijo en estos Juegos.
La gente de Almería se ha volcado con los deportistas pues los tiene a mano, habla con ellos, los puede tocar, los encuentran en una terraza cuando dejan de competir. "Algunos ganarán oro en Pekín y quién sabe si en Madrid 2012; para algunos, todo está empezando aquí", comentaban en el pabellón de gimnasia donde Cano, Martínez, Tania y compañía arman un taco cada tarde. Mientras ellos volaban en sus ejercicios, los de petanca afinaban sus tiros.