Ha recuperado su potencia con un alza de dos milímetros
Una pequeña alza de dos milímetros de grosor en la pierna derecha ha obrado el milagro de recuperar a aquel gran ciclista que arrolló en la Vuelta 2002. Un biomecánico italiano, Alejandro Mariano, es el causante del prodigio.
Aitor González siempre ha tenido la pierna derecha un poco más corta que la izquierda, pero eso no fue nunca un problema para él. "Hasta que llegué al Fassa Bortolo (2003) y me hicieron una bici con nuevas medidas para aprovechar mejor mi fuerza", cuenta Aitor. "Pero no funcionó. Me he pasado dos años retirándome en casi todas las carreras por problemas musculares. Y cuando quise volver a mi posición anterior, el cuerpo ya se había acostumbrado a la otra y también me fue mal".
Fichado este año por el Euskaltel, Aitor se tuvo que retirar a mitad del Giro de Italia. "Aproveché para visitar al biomecánico y ha sido mano de santo. Ahora voy a volver a Italia y para ver cómo se puede corregir mi postura en las cronos, pues en ellas aún no ando cómodo".