Ciclismo | Dauphiné Liberé
Landaluze resiste a los gallos y gana el Dauphiné
Victoria agónica y heroica de Íñigo Landaluze en el Dauphiné Libéré. El corredor vizcaino (Algorta, 28 años) aguantó los ataques de los galácticos del pelotón y, sin perder los nervios, logró mantener el maillot amarillo por sólo once segundos. Un triunfo que dará animos al Euskaltel de cara al Tour. de Francia.
Sabíamos que Íñigo Landaluze era un buen escalador. Desde ayer conocemos que además es un tipo templado y con aguante. En el día más importante de su carrera este vizcaíno de Algorta, 28 años, supo mantener la cabeza fría y las piernas calientes para ganarle la partida a los galácticos que pelearán dentro de tres semanas por el Tour. Con sus armas, hasta cierto punto limitadas, completamente solo, sufriendo lo indecible..., pero aunque sólo fuera por once segundos, se llevó la Dauphiné Libéré.
"Y es lo que queda", dice Íñigo, quizá recordando que en el pasado Tour fue atrapado a sólo diez metros de meta por el pelotón y lo que pudo ser un gran triunfo se quedó en una lastimera anécdota que contar.
Sin equipo que le defendiera y con tanto gallo enfrente, a Landaluze le llovieron bofetadas. Ya en el km 12 se formó una fuga de 26 corredores en el que iban dos tipos peligrosos (Landis y Moreau). Antes de ser atrapados saltarían de este grupo dos corredores del Discovery, Hincapié y Popovych, que llegarían solos a la meta.
Angustioso
. En el km 35, en el puerto de Saint Sigismond, Landaluze se queda fundido tras responder a un atque de Vinokourov y queda atrás en un segundo pelotón. Por suerte también estaba Mancebo y el Illes Balears logra la fusión.
Quedaba el circuito final de Sallanches y los siete pasos por Domancy, un muro al estilo de las clásicas belgas (2,5 km al 10%) en el que Hinault dio una exhibición para ganar el Mundial 1980. Landaluze aguanta los ataques hasta la quinta ascensión. Pierde 25 segundos en la cima, pero enlaza en el descenso. En la sexta, cede 30 y ya no vuelve a enlazar; en la séptima, 35; y en la meta, 38 con Botero. ¡Bufff! Le sobraron once segundos.