Tenis | Masters Series de Roma
Rafa Nadal pasa la prueba del cinco tumbando a Coria
Coria lleva al español a vaciarse en una final larguísima
Rafa Nadal ganó ayer un partido, un torneo y toneladas de crédito para Roland Garros. Ayer el español ganó mucho más de lo que él cree, porque pasó la prueba del cinco: cinco horas y cinco sets contra Guillermo Coria sobre la caliente pista del Foro Itálico de Roma. En esa cifra, cinco, era donde se situaban las dudas de cara al gran Mundial sobre tierra batida que se avecina, porque hasta ahora el mallorquín se había mostrado muy solvente a una distancia de tres sets, pero existía una gran curiosidad por verle caminar cerca del límite, sobre el alambre, porque tiene sólo 18 años. Coria le llevó a ese territorio en un partido que se jugó sobre las líneas, con bolas ajustadas al milímetro de esas a las que sólo llegan los jugadores con hambre. Coria demostró que tiene mucha este año y Nadal dejó claro que no está dispuesto a regalar ni un bocado.
Nadal comenzó ganando 6-4 el primer set y parecía que la película de las tres mangas se podía repetir, mas el argentino supo rehacerse y llevó el choque a su terreno, al cruce de bolas en el fondo en labor de derribo, intentando minar a un Nadal que venía tocado del duelo de semifinales contra David Ferrer. Consiguió igualar a uno y el mallorquín tomó aire para conseguir un 6-3 en el tercero tras un desempate agotador en el noveno juego (once veces tuvo que deshacerse la igualada).
En el cuarto Nadal parecía vencido por el cansancio y por unas dolorosas ampollas en su mano. No había remedio, tenía que jugársela contra un argentino, que le mostraba el camino del abismo. El viejo McEnroe, que observaba atento desde la grada, debió de verse entonces reflejado en un chaval imberbe que levantó un 3-0 que hubiese encogido el ánimo de cualquier veterano. ¡Vamos!, se oyó sobre la pista. Era el niño, que había conseguido igualar a tres la manga final. Entonces, Coria se envalentonó y los dos decidieron suicidarse sobre la pista, con golpes agónicos, brutales, en un ejercicio de generosidad que conmovió al público. Coria levantó un punto de partido y llegó el tie-break. 5-1 para el español y Coria que iguala, 6-6 y sangre fría para un Nadal extenuado y triunfal que se lleva el partido. Y mucho crédito, mucho.
Nadal "Mi partido más duro"
Guillermo Coria me ha llevado a jugar el partido más duro de mi vida. Tengo que agradecer al público su apoyo, porque con el 3-0 en contra del quinto set lo veía perdido. Fue increíble. Físicamente estoy hecho polvo, pero una final así no se presenta cada día y hay que aprovecharlo. Me he enfrentado a uno de los mejores jugadores del mundo sobre tierra batida y tuve que sacar mis mejores golpes. En Hamburgo voy a ver cómo me encuentro. Un descanso no me vendría mal. He tenido que salir a la pista cuando aún le faltaban cinco vueltas a Fernando Alonso, por eso tardé más. Estaba nervioso con la F-1".