Boxeo | El Regreso
Mike Tyson vuelve al ring
Ha superado una depresión y, con 38 años, le espera McBride.
Vuelve Mike Tyson y los cimientos del boxeo no se tambalean, pero sí que se agita la memoria de los aficionados. Vuelve la pegada más explosiva de los últimos tiempos y sus fans recuerdan la penosa imagen que ofreció contra Danny Williams en su último combate, el 30 de junio de 2004, en el que fue noqueado en el cuarto asalto. "Lo siento mucho, estoy decepcionado", fue lo único que acertó a decir el que fue campeón de los pesados más joven de la historia, con 20 años. Promotores, boxeadores y cadenas de televisión escribieron su epitafio aquel día y desde su entorno se dejó caer que era su último combate, algo que él nunca certificó. El Terror del Garden pasaba a ser patrimonio del pasado. Pero ahora ha anunciado su vuelta.
El púgil de Brooklyn, que aún mantiene un récord de 50 victorias (44 K0s) y 5 derrotas peleará el próximo 11 de junio en el MCI Center de Washington frente al desconocido Kevin McBride, un boxeador irlandés de 31 años. Iron Mike anuncia que la pelea acabará como "un descarrilamiento", algo que puede sonar a bravuconada a tenor de cómo se presenta: con una rodilla remendada y tras haber superado una depresión.
Tyson ha descrito en la prensa estadounidense el calvario que pasó después de visitar la lona en Louisville tras un derechazo de Williams. "Me rompí el cartílago de la pierna izquierda y era imposible boxear", explicó para justificar su desaparición. Esa circunstancia le generó una depresión al verse con la pierna inmovilizada, fuertes dolores y su carrera definitivamente truncada: "Fue algo horrible, porque no sabía qué hacer y me sentía como un niño asustado".
El campeón de los pesados más demoledor, que comenzó a prepararse de nuevo hace tres semanas en su cuartel de Phoenix, dice haber superado uno de sus peores momentos, peor incluso que su paso por prisión tras ser condenado por violación en 1992.
Dinero.
Tyson necesita dinero, porque se calcula que mantiene una deuda de 30 millones de dólares con acreedores y la hacienda estadounidense. Esa circunstancia hace que se agite de nuevo la caja para obtener dinero que le de liquidez. Ahora tiene 38 años y está ante sus últimos combates. El peleador neoyorkino siempre es un reclamo para generar beneficios, aunque lejos quedan los récords de pay per view que dejaron el Tyson-Holyfield y el Tyson-Lewis. La leyenda sigue viva, aunque disminuida.