"No me he sentido eclipsada por Rienda; me fijo en ella"

Usted ha ganado el gigante, la prueba de María José Rienda, y María José, el supergigante, la suya. ¿Se han cambiado los papeles?

Parece que sí. Son cosas que ocurren en las carreras porque son muchos los factores que entran en juego. En realidad éste no era un supergigante muy real. Ha sido más corto de lo normal y el desnivel de la pista ha hecho que pareciera más un gigante. Es la consecuencia de las condiciones de la nieve de las pistas al final de temporada. Luego ella ha fallado en su prueba, el gigante.

¿Está disfrutando de estos Campeonatos de España?

Claro. Es una oportunidad para ver, una vez al año, al resto de las chicas del equipo.

Pero a partir de ahora está previsto que las chicas júnior les acompañen a usted y a Rienda en la pretemporada. ¿Le parece una buena idea?

Es una gran idea porque la pretemporada es muy larga, de junio a octubre. Por velocidad y técnica, María José va por un lado y yo por otro. Aunque el entrenamiento de este deporte es muy individualizado, hay momentos en los que echo de menos tener compañeras para intercambiar opiniones y hacer las sesiones más amenas.

Estos dos últimos años ha sido la explosión de Rienda. ¿Se ha sentido eclipsada?

No, no sólo no me he sentido eclipsada sino que procuro fijarme en ella. Estos dos últimos años he tenido que hacer frente a una rotura del peroné y de los ligamentos del tobillo. No es que haya tenido que empezar de cero, pero casi. Superar una lesión de esta magnitud es muy duro moralmente, pero te hace fuerte.

Hablando de Rienda, ¿es para usted un modelo?

Por supuesto. María José es un ejemplo cercano y bien conocido. Conseguir lo que ella, como lo ha hecho, con trabajo, lo veo más que factible.

¿Va a seguir especializada en el supergigante?

Es la prueba donde me encuentro más cómoda. He acabado la 40ª del ránking mundial y ahora tengo que mejorar la velocidad para estar entre las diez primeras del mundo.

Y el año que viene, los Juegos de Turín.

Lo bueno de haber debutado con 20 años en los Juegos de Salt Lake City es que a Turín llegaré con experiencia. Y eso jugará a mi favor.