Óscar Freire es duda para el Tour de Flandes

La participación de Óscar Freire el domingo en el Tour de Flandes se ha vuelto incierta al reproducírsele unas antiguas molestias en el ligamento isquiotibial, que se le ha inflamado. Esta es una antigua lesión, ahora más localizada y de menor importancia, que le tuvo en jaque durante año y medio (entre 2000 y 2002) y que el corredor creía tener ya bastante controlada.

Freire piensa que está causada por unas diferentes medidas entre su bicicleta de entrenamiento y la que le prepararon para la Milán-San Remo. El tricampeón mundial notó los síntomas la semana pasada, aún así, corrió y ganó la Flecha Brabançona, lo que indica que mantiene su gran momento de forma para al Tour de Flandes.

Es por ello que Freire va a apurar hasta el último día su decisión de tomar la salida en esta gran clásica, uno de sus grandes objetivos del año. Pero por otro lado, tiene que medir que esta participación, en una prueba dura y con mucho pavés, peligrosa para su lesión, no termine comprometiendo su concurso en las próximas clásicas (Amstel, Lieja...) para las que también se ha preparado.

El cántabro se está tratando con hielo y una pomada antiinflamatoria, ya que no pueden suministrale corticoides por va oral o por inyecciones, porque daría positivo. Con todo, ayer estaba algo más animado. "Llevo una semana sin entrenarme. El martes salí y sólo pude hacer hora y media porque me dolía mucho. Ayer, no obstaníte, aguanté bien cuatro horas y media. Me hubiera gustado entrenar sobre pavés para irme habituando, pero es imposible. Si no mejoro en los próximos días va a ser muy difícil que pueda correr en Flandes", dijo.