España ganó su cuarta Copa de las Naciones consecutiva, y eleva así a 17 su palmarés de títulos conquistados en Montreux (Suiza). En la final de ayer superó a Portugal, la actual campeona del Mundo, que tiene en su historial 15 títulos de esta competición, aunque desde el año 1999 los primeros puestos los monopoliza la Selección española invariablemente.

Fue un encuentro maratoniano, porque Portugal tenía bien aprendida la lección tras su derrota ante los Cacho Ordeig, que en la fase clasificatoria le habían endosado a los lusos un claro 3-0.

En los penaltis.

El tiempo reglamentario acabó con empate a cero, y tampoco se movió el marcador en las dos prórrogas siguientes de cinco minutos. Fue necesario recurrir a los penaltis, y ahí España fue mejor, con goles de Ordeig y Panadero: 2-1 final, que hace justicia al mejor juego de los españoles a lo largo de los cuatro días del torneo. En las semifinales los españoles no tuvieron excesivos problemas para ganar a Suiza (2-0, con goles de Gual y Panadero), mientras que Portugal sudó la gota gorda ante Italia (3-2).

La final de esta edición mantuvo el interés lógico de un encuentro de altísimo nivel: si Portugal es la actual campeona del Mundo, España es la titular de Europa, título que conquistó el año pasado en Francia. Por ello, fue un choque de poder a poder, equilibrado, y en el que los porteros de ambas escuadras estuvieron acertados hasta el final.