La Madrileña declara la guerra a la Española

La Federación Madrileña exige responsabilidades a la Española por la negligencia burocrática que provocó que en el próximo Mundial de pista, que se inicia este jueves en Los Ángeles (EE UU), perdieran su plaza nueve de los trece ciclistas que se la habían ganado por sus actuaciones en la Copa del Mundo.

La no presentación de España en la última prueba de esta competición, que se disputó en Sydney (Australia), provocó que la UCI limitará a tres los puestos de España en el Mundial (más el de Sergi Escobar, por ser el vigente campeón mundial de persecución). A alguien en la Española se le pasó este aspecto del reglamento que ha dejado fuera del Mundial, entre otros, al equipo de persecución, medalla de bronce en los Juegos de Atenas.

La Madrileña ha salido en defensa de dos corredores adscritos a ella: Carlos Castaño, medalla de bronce en los Juegos y en el último Mundial con el equipo de persecución, y Gema Pascual, diploma olímpico en Atenas y única integrante femenina de la Selección de pista.

"Hemos puesto el asunto en manos de nuestra asesoría jurídica para ver si hay algún indicio de negligencia en esta actuación", dice Juan Carlos Castaño, presidente en funciones de la Madrileña (tras la dimisión de Martínez Heredia) y padre de Carlos Castaño. "Prestaremos apoyo legal a los corredores si quieren hacer la reclamación. Aunque entendemos que no será fácil que se atrevan a dar el paso por temor a las posibles consecuencias".

Grave error. En todo caso, Castaño cree que "alguien en la española debe asumir su responsabilidad por tan grave error que puede cambiar la vida de esos ciclistas. Se han quedado sin la posibilidad de ganar un título mundial y una beca más importante o, aún peor, que dejen la bicicleta desanimados".

El daño deportivo "ya es irreparable", subraya Castaño, "pero esto no puede zanjarse con la posible dimisión del seleccionador (Jaume Mas), que al fin y al cabo no es el culpable, si no con la dimisión del verdadero responsable".

Castaño también critica "el gasto superfluo de enviar a cuatro de esos ciclistas once días a Los Ángeles sabiendo que no los iban a admitir". Y también la decisión de la Española de respetar las becas que tenían del año pasado. "Eso no lo puede decidir el presidente, si no la Asamblea General o el CSD".