Estamos viendo al mejor Óscar Freire de su carrera. A la edad de 29 años está muy hecho, pletórico de madurez y de inteligencia. Siempre ha sido un ciclista que ha visto la carrera muy bien, pero ahora mejor nunca. Conoce el momento adecuado, sabe cuándo debe atacar, cuándo tiene que iniciar el sprint. Ya lo demostró el lunes. Entonces no se dejó encerrar, hizo segundo y arañó una bonificación clave. A su edad actual, un ciclista está al cien por cien de sus posibilidades. Lo mejor de Freire aún tiene que venir, aunque algunos se extrañen de esto que escribo, después de todo lo que ha ganado. Me da pena que ningún director español le haya fichado, tienen poca idea. Han sido los extranjeros quienes le han dado las oportunidades a nuestro campeonísimo. Gana en todos los sitios: Mundiales, clásicas... Desde Poblet no ha habido ninguno de esta talla.

Conozco lo que gana él y sé lo que ganan algunas de las estrellas españolas, por lo que no hubiera habido problemas para ficharle. Ahora suma más triunfos y no se embolsa tanto dinero como cuando le fichó el Mapei, que a lo mejor en aquella época sí era demasiado para una escuadra nacional. Eso quiere decir que los españoles le han despreciado. Son más inteligentes los extranjeros. Otro rasgo elogiable de Óscar Freire es que sigue siendo el mismo como persona, no ha cambiado con la fama y las victorias. Está preparado para volver a ganar este sábado la Milán-San Remo. Ha batido a los mejores velocistas del mundo, ya no podía haber nadie mejor. Creo que la Classicissima tiene que quedar este año en casa, porque, además de lo demostrado por mi paisano, Alejandro Valverde también ha andado muy fuerte en la reciente París-Niza.