El Barcelona deberá apelar de nuevo el próximo sábado a la magia del Palau Blaugrana si quiere estar en las semifinales de la Liga de Campeones, después de perder esta tarde ante el Kiel por 30-25, en el encuentro de ida de cuartos de final, y en el que los azulgranas se complicaron la vida después de encajar un parcial de 4-0 en los dos últimos minutos de partido.
El Barça controló perfectamente al conjunto germano durante casi todo el encuentro, aunque en la segunda parte el equipo de Xesco Espar sólo sobrevivió en ataque merced a la gran actuación de Dragan Skrbic, que marcó 7 de los 11 tantos de su equipo en este período.
Los errores propios en ataque, la extraordinaria actuación del meta internacional alemán Hennig Fritz (14 paradas de lanzamientos de campo, además de 4 penaltis de otros tantos lanzados) y un dudoso penalti a tres segundos del final van a obligar a los azulgrana a un extraordinario esfuerzo en el partido de vuelta.
En un intento de parar la efectividad de la primera línea azulgrana, el técnico germano Zvonimir Serdarusic varió su habitual sistema defensivo seis-cero para pasarlo a un dos-cuatro con Lowgren y Wagner avanzados, encima de Laszlo Nagy e Iker Romero. Este último realizó un gran trabajo como central en todo el partido.
El Kiel mantuvo la iniciativa en el marcador en los siete primeros minutos (5-3) merced a la efectividad del pivote sueco Marcus Ahlm. Pero Dejan Peric empezó a mostrarse infranqueable bajo los palos (7 paradas en la primera mitad) y el Barcelona daba la vuelta al marcador (7-9, m.14) con buenas acciones de Jerome Fernández e Iker Romero.
La exclusión de Salva Puig permitió al Kiel equilibrar la contienda (11-11, m.24) y merced a buenas paradas del internacional alemán Hennig Fritz volvió a tomar el mando en el marcador (13-12, m.26) aunque dos tantos de Skrbic dieron la mínima ventaja al Barcelona en el descanso (13-14).
Serdarusic dejó al extremo izquierdo Wagner en el banquillo en la segunda mitad y dio entrada al sueco Henrik Kundstrom, además de colocar al pivote Sebastian Preib en relevo de Ahlm, con lo que su equipo ganó en velocidad.
Dos minutos
Aún así, el Barcelona controlaba bien las diferencias en el marcador (17-17, m.34, 21-21, m.48), pero tanto Iker Romero como Laszlo Nagy, que jugó con su mano izquierda de lanzamiento vendada durante este periodo, perdían efectividad y Lars Jeppesen se precipitaba en los lanzamientos.
Con Fritz, en una actuación impresionante, parando dos penaltis más en este segundo tiempo, el Kiel jugó más por el extremo y Lundstrom se convirtió en una pesadilla para Peric, que salvó varios goles cantados. Skrbic no podía ser parado y a tres minutos del final marcaba su noveno gol (26-25).
Parecía que todo estaba a favor para el partido de vuelta. Pero Fernando Hernández veía la tercera tarjeta amarilla y ni un tiempo de Espar logró impedir que, de manera increíble, el Barcelona encajaba cuatro tantos en poco más de dos minutos, que dejan la eliminatoria en una situación complicada para los barcelonistas.
