Cincuenta ideas para cambiar el deporte

El diario deportivo francés L'Equipe desarrollaba el pasado fin de semana en su magazine un amplio reportaje con ideas que, según su criterio, mejorarían el deporte. L'Equipe, el periódico que creó eventos tan exitosos como la Copa de Europa de fútbol -torneo impulsado tras un artículo retador de su editor Gabriel Hanot cuestionando la supremacía del Wolverhampton inglés como mejor equipo del mundo-, o el Tour de Francia, se lanzan, en este comienzo de 2005, a dar ideas para mejorar el deporte. Englobadas en diez grandes líneas de actuación, de estas 50 ideas destacan aquellas destinadas acabar con el dopaje: médicos independientes, acelerar las sanciones y prohibir las justificaciones terapéuticas ("No se puede subir el Mont Ventoux con asma") son algunas de las propuestas para acabar con los tramposos. Otra de las grandes preocupaciones se centra en unificar competiciones, sobre todo Europeas en todos los deportes, desde el propio fútbol pasando por el baloncesto, balonmano, voleibol... y prestando especial atención a la simplificación de Consejos y pesos en el boxeo. La competición en la máxima igualdad de condiciones, eliminando ayudas externas, los consejos tácticos dados por los pinganillos y, por otro lado, igualando equipaciones, incluídos los Fórmula 1, devolvería al deporte, según L'equipe, mayor competitividad. Aunque muchas de estas 50 ideas, a día de hoy parecen ciencia ficción, merece la pena reflexionar.

Las diez líneas de actuación

PARA SIMPLIFICAR LA VIDA

Se trata de volver a los años 60 cuando sólo existía un campeonato con ocho categorías de pesos.

Aseguran que, especialmente, el judo y el ciclismo en pista serían diferentes sin pruebas de repesca.

"Una sola prueba europea para cada uno de los deportes colectivos permitiría verlo más claro. La Liga de Campeones y la Copa de la UEFA de fútbol que se reagruparía en una sola prueba. O la Euroliga, la Copa ULEB, la Liga FIFA, la Copa FIBA de baloncesto (...)".

Una vez unificadas las Copas europeas, abogarían por suprimir los "largos y fastidiosos partidos de clasificación". Se establecerían cabezas de serie que sólo entrarían en juego en fases avanzadas de la competición.

Se trata de evitar la alta concentración de finales de importantes eventos deportivos entre los meses de mayo y agosto.

"En el deporte también, la mujer es el futuro del hombre. Entonces, juntemos los sexos en el circuito de esquí alpino a lo largo de una semana, o una quincena, de esquí, cada año en el mismo lugar, como ocurrió en Val d'Isere el mes pasado. Unifiquemos en tenis los circuitos ATP y WTA. También para el golf con la PGA y la LPGA.

Se conservarían reglas de uno y de otro y se llamaría simplemente rugby.

Ya lo sugirió en su día Arsene Wenger. Su idea pasaba por jugar en fútbol con 10 jugadores en lugar de con 11, lo que es evidentemente más sencillo que agrandar los estadios. Por ejemplo, la liga estadounidense de hockey hielo, con espacios más reducidos que en el juego europeo, propicia a menudo la aparición de la violencia.

No se trataría de suprimirlos, sino de crear una zona de fuera de juego a 20 metros del gol. El soccer en Estados Unidos lo hizo así.

Su función sería acelerar el ritmo de los partidos de tenis. En su día lo sugirió McEnroe. El servicio perdería un poco de importancia de grandes especialistas como el estadounidense Roddick.

Que la selección francesa y los partidos del Seis Naciones no se jueguen sólo en París y en el Estadio de Francia, sino también en las provincias.

Se trataría de evitar que un mismo jugador luciera más de una misma camiseta la misma temporada.

Para huir de las palabras extranjeras que invaden el deporte francés.

Para evitar, entre otras cosas, ver a ocho corredores kenianos vestidos igual en una prueba de atletismo. Su función: que el público les pueda distinguir fácilmente.

Con esta idea se evitaría, por ejemplo que Armstrong corriera solamente el Tour de Francia. "Instaurar pruebas de clasificación permitiría admirar más a menudo a los campeones (y también ser más eficaces en la lucha contra el dopaje). Se podría imaginar que el Giro o el Tour de Suiza fueran, por ejemplo, selectivos para el Tour de Francia.

Se evitarían dorsales con número alto como el 23 de David Beckham. "Lleno el cupo de esta moda demasiado común de las cifras exóticas inscritas en las camisetas, de 99 de Vitor Baia (...) al 23 de David Beckham (elegido por su esposa Spice Girl en referencia al mítico 23 del jugador de baloncesto Michael Jordan). Nos reencontraríamos con las camisetas numeradas del 1 al 11 con los números correspondientes a los puestos de juego. El fútbol no es la lotería".

Para atraer las grandes cadenas de televisión.

La megafonía sólo debe servir para lo que está inventada: para advertir.

Para fomentar la convivencia alrededor de los estadios.

Aunque el diario L'Equipe es consciente de la dificultad de la idea por las televisiones, defiende que es mejor jugar a las 15:00 horas antes que a las 21:00.

"En vigor en las tres ligas profesionales americanas (baloncesto, fútbol americano y béisbol), este tope salarial fija cada temporada un límite en el importe de los salarios que los equipos puedan pagar.

Es la misma idea que la anterior, pero aplicada a los deportistas.

Copiada del modelo francés, tendría como misión vigilar la gestión administrativa, financiera y jurídica de los clubes. Se sancionarían los excesos financieros de algunos clubes y se reestablecería la igualdad deportiva obligatoria en la Copa de Europa. Había un deseo de armonizar los sistemas fiscales de los deportistas, al menos en los países europeos.

"Fútbol, rugby, tenis... Para acabar con delirios imperdonables y faltas llenas de consecuencias, vistos los intereses financieros del juego".

Se practica ya en rugby, balonmano y hockey sobre hielo. Reforzaría la disciplina de los jugadores.

"En vigor en la NBA, esta regla permite a los clubes más limitados financieramente reclutar con prioridad a los mejores jugadores".

Ahora se hace la víspera. Se evitaría que los púgiles compitieran con unos kilos más que los que reflejaron en la báscula el día anterior.

"Las descalificaciones y recalificaciones que se multiplican en atletismo son indignas tanto para los espectadores como para los atletas. (...) Para hacerlo bien, sería necesario que los controles antidopaje pudieran ser realizados entre el final de la prueba y la entrega de medallas fijada para el día siguiente, por ejemplo. El laboratorio sería requerido para trabajar toda la noche y los procedimientos de audición de los atletas llevados hasta este punto".

"Un campeón es, a priori, un hombre de buena salud. No se puede subir el Ventoux (un durísimo puerto del Tour) sufriendo asma".

"Pagados por las federaciones internacionales y no por los equipos privados o nacionales, para cuidar a los jugadores, atletas o corredores en las grandes competiciones. No serían sospechosos de complicidad".

"Prohibir los lanzamientos a los húngaros, la velocidad a los griegos, la halterofilia a los búlgaros y el esquí de fondo a los españoles (...) Para que los otros, también, se dejen coger en los controles". (La ironía de L'Equipe señala a los nacionalizados de esos deportes y de esos países. Eliminándolos, como son ellos los que han protagonizado muchos positivos en los últimos años, cogerían a otros deportistas y no siempre a ellos...

Eliminar los pinganillos en los ciclistas. Los deportistas deben decidir por sí mismos y jugar con la inteligencia en carrera, el sentido táctico, el espíritu estratégico que hacen a un deportista campeón.

Lo mismo las bicicletas en ciclismo, los monoplazas parecidos en los circuitos de los Grandes Premios de Fórmula 1, los esquís, todas las equipaciones deportivas.

"Mejorando la silueta, borran los defectos físicos y reequilibran el nado de los deportistas. Y borran la ventaja natural.

Los repostajes vuelven peligrosa a la Fórmula 1 y la desnaturalizan. La carrera se volvería más emocionante.

Evitar un sistema demasiado permisivo y acabar con casos como la consagración de un corredor keniano convertido en campeón del mundo qatarí sin haber pisado nunca Qatar.

"Demasiado retrógrado, prepara el flanco a demasiada polémica: todo depende de un juez de salida que da las órdenes a su voluntad, con un cálculo dejado a su entera libertad. ¿Por qué no, como nos ha sugerido un lector, su reemplazamiento por la salida cronometrada en uso en la contrarreloj ciclista, con descuento sonoro de los segundos? No habría más lugar a la anticipación, ni para el engaño.

Las figuras sobre hielo, la natación sincronizada o la marcha no aportan más que demasiadas discusiones.

"Y eliminar todos los hijos de papá y todos los miembros de casas reales que no pintan nada aquí..."

Apuesta por los mánagers eficaces dejando lugar a un modelo empresarial en federaciones y asociaciones.