Boxeo | Hoy velada en Madrid
Hovik: primer asalto hacia el cetro europeo
Es el único púgil de garantías en el peso pesado
El peso pesado español, Hovik, inicia en Madrid su particular asalto a "sus ochomiles" del boxeo. El combate internacional de hoy, a partir de las 21:00 horas en el Auditorium Madrid Hotel, ante el británico Anthony Booth, es el primero de un total de nueve peleas que Hovik disputará con un objetivo obsesivo: disputar en 2006 el título de Europa de los pesos pesados. Y para ello Hovik ha querido emprender este particular desafío sin escatimar ningún esfuerzo.
Este boxeador de 32 años, nacido en Beirut (Líbano), de padre armenio y madre navarra, y criado desde los tres años en Alpedrete, confiesa que a él boxear le "ha costado dinero". Hasta ahora ha sido, además de boxeador, su propio promotor y mánager. Y ahora, seis años después de su primera pelea profesional, y después de estar sin subirse a un ring de 1999 a 2001, Hovik, por fin, acaba de conseguir una promotora, Probox, que le respalda, en su ambicioso reto.
Durante una semana ha preparado la pelea haciendo guantes con un ilustre de los pesos pesados, el estadounidense Vaughn Bean, (44 victorias, 34 por KO, y 5 derrotas) que ha llegado a disputar dos mundiales y hasta peleó en 1998 contra Holyfield. Todo un lujo para un boxeador cuya vida deportiva se puede resumir en una palabra: solo. Porque éste parece haber sido el sino de su vida. "En España no hay pesos pesados, así que no puedo guantear con nadie. He hecho 17 peleas como amateur y 16 como profesional y casi todas las he disputado sin ponerme delante de un boxeador, sólo pegándole al saco", confiesa Hovik.
Traer a Bean a Madrid le ha costado a Probox, por una semana de trabajo, 2.000 dólares. Del entrenamiento con Bean le han quedado a Hovik como recuerdo varios arañazos en la cara. "Es muy superior a mí, pero es la única forma de aprender", explica.
Boxeador y mánager. Hasta ahora, Hovik, que aunque tiene un apellido casi impronunciable, Keuchkerian, herencia de su padre, armenio, ha disputado como profesional 16 peleas (15 ganadas, 14 por KO, y una derrota) y en todas ellas ha actuado como boxeador, mánager y promotor de sus propias veladas. Hovik, que tiene su propio gimnasio en el barrio de Hortaleza, reconoce que a él boxear le ha costado dinero y achaca a este motivo la falta de púgiles en este peso.
"¿Cuánta gente conoce usted que practique un deporte profesional y quiera perder dinero?", ironiza el propio Hovik.
De momento, Hovik, vigente campeón de España de los pesos pesados, quien reconoce que uno de sus hobbys es escribir, sobre todo del Apocalípsis, sólo piensa en el primer ochomil de los nueve que se ha fijado subir para disputar el Europeo.
Ya no está solo, pero curiosamente, probox, la promotora que ha nacido para ayudarle en su objetivo es, según asegura Hovik, "la promotora más pequeña del mundo porque sólo me tiene a mí".
Fue ala-pívot en Las Rozas y después se pasó al kick-boxing
Descubrió el boxeo, según él mismo reconoce, "muy tarde, a los 24 años" y después de haber practicado el baloncesto. "Jugaba de ala-pívot en el equipo de Las Rozas, pero una lesión en el tobillo me obligó a dejarlo", cuenta Hovik. Del baloncesto se pasó al kick-boxing y de ahí al boxeo. "Con 20 años me fui de casa de mis padres y abrí el gimnasio con 22. Estudié hasta COU. Hice kick-boxing y peleé cinco veces, de las que gané cuatro por KO, eso sí, con las manos siempre. En 1997 contacté con un amigo y me pasé al boxeo".