"Rooney se volvió loco"

Inglaterra perdió anoche el partido, la cabeza y la reputación en el Bernabéu. Rooney llevó a su equipo por el camino de la vergüenza", escribe John Cross en el Daily Mirror. Aunque Gary Neville y David Beckham intentaron justificar su comportamiento ("si le quitas ese elemento de agresividad, te cargas su juego", dijo el madridista), algunos diarios ingleses prefirieron que los cánticos racistas que se oyeron en Madrid no desviaran del todo la atención de la lamentable actuación de la selección inglesa, unánimente declarada como la peor del reinado de Sven Goran Eriksson y en concreto de su nueva figura, Wayne Rooney.

A la Sub-21. Se olvida a veces lo joven que es Rooney pero, como señaló algún corresponsal inglés, "si es un niño, que le pongan en la Sub-21". El miércoles por la noche se intercambiaron anécdotas entre los periodistas ingleses sobre la dificultad de la labor de mentor de Alex Ferguson. "El que cuida de él es Rio Ferdinand, así que ya te puedes imaginar". Va a costar controlarle. No obstante, Rooney pidió ayer disculpas por su comportamiento en el Santiago Bernabéu a Eriksson. De hecho, durante el viaje de regreso a Londres el técnico sueco mantuvo una charla con el joven delantero, a quien le dijo que aún tenía mucho que aprender para controlar su indisciplina.

Las tres entradas que realizó antes de ser humillado por Eriksson fueron calificadas por la Prensa de "horrorosas". "Se volvió loco", escribió The Sun. Al salir del campo, Rooney se desprendió con rabia de su brazalete negro en memoria del ex capitán de la selección y del Liverpool Emilyn Hughes, que había sido enterrado la noche anterior. Todo ello no fue más que el resultado de la frustración de un equipo que estaba siendo dominado. Como dijo un internacional inglés al acabar el encuentro, "nos estaban dando una lección y nos pusimos a darles patadas". "Fue una noche vergonzosa. Fue increíble", espetó The Sun.