Blair reclama al Gobierno una disculpa y la FIFA investigará

El Gobierno británico ha exigido una disculpa al español por los incidentes de índole racista que se produjeron el miércoles en el Bernabéu con ocasión del España-Inglaterra. A su vez, la FIFA, a instancias de la Federación Inglesa, ha abierto una investigación al respecto y no se descarta una sanción. También ha hecho una nota de condena al racismo.

El escándalo ha provocado una crisis diplomática entre el Reino Unido y España. El primer ministro británico, Tony Blair, se mostró "muy decepcionado por lo que pasó el miércoles en España", añadió. "No hay sitio alguno para el racismo en el fútbol", afirmó ayer el secretario de Estado para el Deporte, Richard Caborn, que escribirá a su equivalente español para "verle pedir a la Federación Española una condena por las escenas del Bernabéu". El CSD dijo ayer no haber recibido ningún comunicado.

Mientras, Sven Goran Eriksson pidió una acción inmediata: "Debe haber una protesta oficial". David Beckham afirmó que "me sorprendió porque no lo había visto nunca desde que llegué a España". Jermain Jenas fue el único futbolista negro que decidió hablar ayer: "No sabía que la gente en España era así. Es de ignorantes y fue repugnante. Es lo peor que he experimentado en mi carrera".

"La ineptitud de la FEF en el modo en que enfocaron las palabras de Luis Aragones contribuyó a lo que pasó. España es el tercer mercado futbolístico europeo, pero sus autoridades, sus medios de comunicación y muchos de sus aficionados ni siquiera vieron un problema en lo que ocurrió durante el partido", afirmó Piara Powar, portavoz de la organización antirracista Kick it out. El portavoz de la Federación Inglesa, Adrian Bevington, reveló que "son escenas que no hemos vivido en Inglaterra en 20 años. Vamos a enviar un informe a la FIFA y a la UEFA y una carta de protesta a la FEF".

A la espera de que FIFA dilucide sus investigaciones, que podrían acarrear una multa económica o la imposibilidad de que la Selección juegue en el Bernabéu unos cuantos partidos oficiales, la agencia EFE recordó que la mayor sanción de la UEFA por comportamiento racista fue impuesta a Inglaterra, por los incidentes de Sunderland del 2 de abril de 2003, en partido ante Turquía.