Espectacular remontada de Sergio en Valderrama

El Volvo Masters huele a todo menos a aburrimiento, y más teniendo a Sergio García en la cresta, quizá en su mejor momento de juego de una buena temporada. La competencia ahora se llama Forsyth, Poulter, Cabrera, Cevaer. ¿Quién podrá con el mejor?

Si Sergio había admitido haber fallado sólo un golpe en todo el jueves, en el arranque del viernes ya dobló la cifra de tiros errados. La escapada a la derecha del hoyo uno le obligó a conformarse con el bogey, y el hierro seis al bosque en el 3 (par 3) hizo cundir en pánico entre la gente. Cogió de su bolsa una bola provisional y la dejó a dos metros de la bandera. La gente empezó a buscar la primera bola entre la maleza. Sí, salió a flote, pero Sergio ya tenía claro que quería olvidarse de inventos. La dio por perdida y siguió con la provisional. Son aquellas argucias que te permiten las decisiones, en este caso la 27-13-B, selladas a fuego entre las cuatro paredes de Saint Andrews. Aun así no se salvó del cinco, un doble bogey que le devolvía a la tierra. Hubon conjura, con su padre Víctor entre el público, y Sergio recuperó entonces su mejor golf.

Los birdies no llegaron hasta la segunda vuelta. El 10, 11 y 14 prepararon el terreno para un 17 delicioso. Sorteó el agua y los bunkers para colarla en el green, a sólo cinco o seis metros para eagle. No hubo suerte, pero García ya se había colocado de nuevo en números rojos para el viernes... a sólo un paso de un tal Alastair Forsyth.

El inglés sintió el aliento en el cogote y flaqueó a las primeras de cambio. Su bogey final en el 18 era el preludio a un gran colofón de remontada para nuestro héroe no anónimo. Sergio clavó la bola a dos metros del hoyo y embocó: líder en solitario.

Los árbitros especularon con la descalificación del español

Una vez completada su vuelta, Sergio García fue requerido por John Paramor, el jefe de los árbitros en la PGA. Quería analizar con Sergio la decisión tomada por el castellonense en el hoyo 3. A Sergio nadie le había dicho que habían encontrado su bola, por lo que es lógico que la diera por perdida, dijo Paramor. Fue un chico de los que llevan el marcador el que nos avisó de que quizá el jugador había incurrido en una falta, añadió. Sin embargo, el líder se mostró muy relajado y confirmó que le había advertido a Lara (compañero de partido) que renunciaba a buscar la bola en un bosque.