Dos íntimos comparten liderato en Valderrama

Dos buenos amigos se han juntado en la cima de la clasificación del Volvo Masters. Sergio García y José Manuel Lara, de El Borriol y Manises respectivamente, bordaron el golf en un Valderrama que esquivó la lluvia por un día. Ambos firmaron tarjetas de 67 golpes, cuatro bajo par, y comandan la tabla seguidos de un grupo de jugadores muchos menos atractivos, por procedencia e historias varias.

García (24 años) y Lara (27) compartieron decenas de campeonatos aficionados, e incluso despidieron su carrera amateur ganando un Campeonato de Europa por países. El mayor jugaba muy bien, pero el pequeño iba en Ferrari, como Raúl. El propio Lara fue el que le puso el apodo de El Niño a un Sergio que ya es mayor.

La jornada dio mucho de sí. Seguir los nueve primeros hoyos de Sergio fue un placer. Una marea de más de 500 personas acompañó los 33 primeros golpes del líder. No falló nada, ni siquiera se puede considerar error el bogey del hoyo 3 después de un tirazo de salida con el hierro seis. Sergio, que compartía partido con Poulter, se enfadó con los fotógrafos que les seguían; y es que los flashes van que vuelan incluso antes de que golpeen los jugadores. El castellonense admitió haber fallado sólo un golpe en todo su recorrido, justamente el approach del hoyo 15. Si sigue así será difícil que se le escape un puesto de honor, por no decir el triunfo.

Lara demostró que es un valor en alza con 27 años. Encontró patrocinador, ya no sufre como antes para meter un putt por dinero, y en Valderrama tiene el apoyo de su novia Diana. Con todo, nadie le salvó de la picadura de una avispa camino de la calle del 4. Tuvieron que ponerle una pomada anti-inflamatoria en pleno campo. Anduvo cojeando tres hoyos, que supusieron dos bogeys (4 y 7). El ungüento fue a la larga mano de santo, porque luego lo metí todo, dijo Lara.

Este valenciano tiene una historia paralela a la de Sergio pero, lógicamente, un escalón por debajo. Dice que si el listón es Sergio va por buen camino, y así le va. Perfecto.