Las deudas obligan a los clubes a cerrar la Liga

El hockey sobre hielo en Norteamérica está congelado con los propietarios en huelga porque no pueden hacer frente a los salarios de los jugadores, los presupuestos de los equipos y no saben cómo taponar la hemorragia de pérdidas que han puesto a varios conjuntos norteamericanos y canadienses al borde de la quiebra.

Los jugadores de la NHL llevan varias semanas sin entrar en la pista de hielo porque los propietarios han dado el cerrojazo en sus instalaciones de entrenamiento y en sus pabellones. Este lockout, como se denomina a la huelga de los dueños, es el tercero en la historia de la Liga y la más seria amenaza para la supervivencia de un deporte que ha perdido en la última década 1.800 millones de dólares. La temporada pasaba los números rojos fueron de 224 millones.

Gary Bettman, el comisionado de la Liga, asegura que el 75 por 100 de nuestros ingresos van a pagar los salarios de los jugadores y los propietarios lo único que quieren es tener certeza de lo que ingresan casa año. Para la asociación de jugadores esa certeza es una demanda de un límite salarial que rechazan y acusan a los clubes de mala gestión económica como la causa de su actual situación.

Equipos como Calgary, Carolina, Montreal y Vancouver tienen serios problemas económicos y dicen que su supervivencia depende de limitar los salarios de los profesionales.

Los dos bandos están muy separados y la temporada regular, que debió comenzar el pasado día 13, no tiene fecha de inicio. Para no perder más dinero, los clubes han alquilado sus pabellones a grupos musicales, circos y otros equipos deportivos para reducir las perdidas producidas por la falta de hockey.

Los jugadores han decidido, para mantenerse en forma, emigrar a Europa y unos 150 de los profesionales de la NHL juegan estos días en Rusia, Suecia y Chequia. Y muchos de los europeos como Niklas Sundstrom y Peter Forsberg, de los mejores de la Liga, han asegurado ya que no tienen intención de regresar a la NHL hasta que no terminen las Ligas en las que ahora se encuentran.

Ochenta partidos perdidos en 13 días de huelga

Desde el pasado 9 de septiembre no se han recuperado las negociaciones entre la NHL y el sindicato de jugadores. Las posiciones están muy distantes y no hay siquiera conversaciones para fijar una fecha en la que se reúnan otra vez. La Liga debió comenzar el 13 de octubre y ya se han perdido 13 jornadas de la temporada regular en la que debieron disputarse un total de ochenta encuentros. Esta situación ha llevado a la NHL a despedir a cien de los 225 empleados que tiene en su oficina central. Los propietarios insisten en que la pasada campaña perdieron 224 millones de dólares y otros 273 en la anterior, pero el sindicato de jugadores no se cree esas cifras y la solución se antoja muy díficil.