Freire sella su idilio con Verona con su tercer título mundial

El ciclista español Óscar Freire se ha proclamado campeón del mundo de fondo en carretera tras adjudicarse la victoria en la prueba en línea disputada en el circuito italiano de Verona, imponiéndose en el sprint del selecto grupo de favoritos al alemán Erik Zabel y al italiano Luca Paolini, medallas de plata y bronce respectivamente.

De este modo, el de Torrelavega se ha convertido con esta victoria en el cuarto corredor en conquistar tres campeonatos mundiales, récord que ostentan ciclistas tan ilustres como Eddie Merckx (1967, 1971, 1974), Alfredo Binda (1927, 1930, 1932) y Van Steenbergen (1949, 1956, 1957).

Freire, que consiguió su primer jersey arcoiris en este mismo circuito en el año 1999, ha sumado con su cetro mundial la quinta medalla de oro para la delegación española en la historia de los mundiales de ruta, despúes de las conseguidas por Abraham Olano y por Igor Astarloa el pasado año en Hamilton.

El ciclista cántabro, favorecido por la baja de Paolo Bettini y lanzado por un excepcional Alejandro Valverde en los últimos metros de la recta de meta, se ha impuesto con autoridad a Erik Zabel, al que ya había derrotado esta temporada en la Milán-San Remo y en la Vuelta a España, y al italiano Luca Paolini, que fue segundo el año en que Óscar Freire estrenó su particular idilio con el campeonato del mundo en la ciudad de Romeo y Julieta, marco perfecto para sellar su historia de amor con final feliz.

Freire, al igual que el resto de los integrantes de la selección española, ha demostrado encontrarse a un gran nivel, respondiendo al ataque del holandés Michael Boogerd en la última ascensión al puerto de Torricelle.

Se formó entonces un grupo selecto de seis corredores en el que junto a Óscar Freire y a Alejandro Valverde se encontraban Ivan Basso, Damiano Cunego, Stuart O'Grady y el holandés Boogerd, seis corredores para tres medallas.

No hubo entendimiento entre ellos y en el descenso fueron alcanzados por el grupo de corredores como Zabel, Wesemann, Hondo, ciclistas muy rápidos y expertos clasicómanos. Pero Freire demostró una vez más que el campeonato del mundo es su carrera por excelencia, y que a sus 28 años todavía puede dar muchas alegrías al ciclismo español, postulándose como el principal candidato en superar la barrera de los tres títulos mundiales.

Los españoles exhiben su potencial

La victoria de Freire ha sido el colofón perfecto a la magnífica actuación de todo el combinado nacional, auténticos dominadores durante los 265,5 kildo ser, si no los más fuertes del pelotón, por lo menos los que creían más en sus posibilidades, más aún después de la baja del italiano Paolo Bettini, que tuvo que abandonar tras sufrir un golpe en la rodilla derecha cuando estaba arreglando un pinchazo.

Eladio Jiménez y Pedro Horrillo se encargaron de controlar la carrera en las primeras vueltas, e Isidro Nozal tomó el relevo realizando dos últimas vueltas a un nivel excepcional que impidió cualquier tipo de ataque.

En la penúltima ascensión al puerto de Torricelle fue Isidro Nozal el que endureció la carrera con un ritmo que a duras penas podían seguir el resto de corredores. Ya en los últimos metros de la subida, Luis Pérez remató el trabajo del cántabro y realizó una primera selección en la que se quedó fuera Igor Astarloa, que se despidió así de sus opciones de reeditar el campeonato del mundo.

Ya en la última subida, Nozal cedió su puesto a Mancebo, y luego fue nuevamente Luis Pérez el que cogió el mando de la carrera en los metros finales de la ascensión a Torricelle.

Freire y Valverde aparecieron en el momento justo, respondiendo con facilidad al ataque del holandés Michael Boogerd, y la victoria final del ciclista de Torrelavega, lanzado por Valverde en los metro finales, fue el premio justo a la actuación de una selección que funcionó a la perfección y cumplió con sobresaliente las órdenes de Francisco Antequera.

Baja de Bettini

El éxito de Oscar Freire se vio favorecido por el abandono del italiano Paolo Bettini, uno de los máximos favoritos al triunfo final tras haber conquistado la medalla de oro en los pasados Juegos de Atenas, que tuvo que retirarse después de sufrir un golpe en su rodilla derecha cuando el mecánico de la selección italiana estaba arreglándole un pinchazo.

'El Grillo' intentó seguir en la carrera con los mejores, pero tras varias vueltas le dijo a Ballerini que le descartarse y optase por otro de sus compañeros. Sin embargo, la delegación 'azzurra' supo sobreponerse a este inesperado contratiempo, y la medalla de bronce de Luca Paolini sirvió como premio al trabajo de uno ciclistas que, junto a los españoles fueron los más trabajadores del pelotón.

De todos modos, las miradas tornarán ahora hacia el seleccionador Franco Ballerini, que decidió no convocar a Davide Rebellin, actual líder de la Copa del Mundo, y que no pudo participar ya que no logró la nacionalidad argentina.