"Soy igual de guerrera en el escaño que dentro del agua"

¿Es tan guerrera luchando por las medallas en la piscina como en las Cortes de Aragón?

Sí, lo soy en todo en general en la vida y, por supuesto, tanto en el escaño como en la piscina. Mi filosofía se basa en que si puedo aportar algo y luchar por lo que creo, debo trabajar muy duro. Y lo aplico también al deporte. Así luego es más bonita la victoria.

¿Cuáles son esas cosas en las que cree y por las que lucha?

Muchísimas. El oro (el de los 100 libres), por ejemplo, me ha costado seis años. Siempre era segunda y al final lo he conseguido trabajando mucho y sacrificando muchas cosas.

¿Qué cosas?

Sobre todo mi familia y mis amigos. Además, éste ha sido un año muy especial: era mi primer año de legislatura, tocaban los Juegos y además he estado preparando mi boda porque me caso en enero.

¿Y qué le ha estresado más de las tres cosas?

Desde que acabé el curso en las Cortes, pensaba sobre todo en estos Juegos.

¿Dónde se siente más a gusto, en la piscina o en su escaño?

Según el momento, aunque al empezar un discurso y al tirarme por la piscina tengo sensaciones muy parecidas: se me sale el corazón por la boca.

¿Y dónde logra las mayores satisfacciones?

En ambas ocupaciones consigo tener alegrías. En el escaño cuando logro que salgan cosas adelante y en la piscina cuando mejoro mis marcas.

¿Cómo se las apaña para hacer tantas cosas a la vez?

El truco es dejar una foto a mis familiares para que me reconozcan cuando me vean porque hay muchas veces que hasta Golfo, mi perro, me ladra.

¿Qué le han dicho sus compañeros del parlamento antes de venir a Atenas?

Me han apoyado todos y me han dado muchos ánimos. Incluso me han llamado en persona el presidente y el vicepresidente de Aragón para desearme suerte.

¿Siempre practicó la natación?

Qué va. Antes era karateca y me gustaba la equitación. Sabía nadar porque mis padres me llevaron de pequeña a que aprendiera, pero me dí un coscorrón y nunca quise volver más. Luego, por las circunstancias, volví a la piscina a chapotear. Me metía en el agua con un chaleco salvavidas y me acompañaban mi tío y mi hermano. Pero tardé una semana en quitarme el chaleco salvavidas y otra más en perder de vista (lo dice en tono cariñoso) a mi tío y a mi hermano.

Hablando de familiares, ¿han venido con usted a Atenas?

Sí, aquí están dándome ánimos desde la grada.

¿Y su novio?

También está aquí.

¿Cómo se conocieron?

Mariano es periodista de Antena Aragón y cuando volví de los Juegos de Sydney me hizo una entrevista. Así nos conocimos hace cuatro años, con la alcachofa.

¿En la calle le conocen más por su faceta de nadadora o por la diputada?

Después de Sydney, por nadadora. Ahora, por las dos cosas.

Los políticos tienen fama de prometer cosas que luego no cumplen, ¿es su caso?

Yo me suelo callar si no estoy segura de que puedo cumplir algo. De todas maneras, luego son los ciudadanos los que te juzgan en las urnas.

¿Cómo política, cuáles son los problemas de la sociedad que más le preocupan?

Hay problemas en todos los sitios, pero desde luego, los que no se ven. Yo estuve trabajando en el servicio de protección de menores, y los problemas con los niños me sensibilizan mucho.

Los maños son muy devotos de la Pilarica, ¿se ha encomendado a su virgen?

Me he traído la cinta del Pilar y he salido con ella cuando he subido al podio.

¿Sigue otros deportes?

Sí, sobre todo el fútbol. Yo soy de siempre del Zaragoza e incluso fui abonada, pero ahora ya no porque con tanto jaleo no me queda ni tiempo de ir al campo.