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Golf | Copa Ryder

Sergio García mejora los registros de Seve

Ha ganado el 70 por ciento de los puntos jugados en la Ryder

<b>BESOS ESPAÑOLES. </b>Miguel Ángel Jiménez y Sergio García besaron el trofeo de la Ryder. Se lo merecen.

Vivimos exclusivamente para la Ryder. Esta es la frase de Sergio García con la que el USA Today ilustraba ayer una de sus crónicas desde Michigan. Sólo así se explica que Europa se haya paseado en los Estados Unidos, y que el castellonense se haya convertido en El Niño bonito, el sucesor de Severiano Ballesteros en el corazón de la gente y también en las estadísticas.

Los cuatro puntos y medio sobre cinco posibles permiten a Sergio alcanzar el 70 por ciento de los puntos disputados (11 de 15) en las tres ediciones de la Ryder que ha jugado (1999, 2002 y 2004). Severiano consiguió el 65 por ciento de lo que intentó.

Tomé conciencia hace dos años de lo que era ganar el trofeo, pero ahora ya sé lo increíble y excitante que es hacerlo en Estados Unidos, dijo Sergio. Fue el jugador más seguido por las cámaras porque allí en los EE UU a García se le considera uno de los suyos, un producto robado al circuito europeo y que está destinado a ser la alternativa blanca a Tiger Woods. Muchos organizadores de torneos deben estar ahora dando botes de alegría pensado en lo que se les puede venir encima con la irrupción definitiva de Sergio García. Él ha hecho posible que la Ryder sea un sueño salvaje, dijo el escocés Colin Montgomerie, el otro monstruo del fin de semana. Los registros de Sergio en Oakland Hills le igualan a los de José María Olazábal en Belfry 89 y Seve Ballesteros en Kiawah 91. Es casi un pleno de éxitos con el mundo entero analizando cada movimiento del español. Simplemente fuimos mejores, señala Bernhard Langer, un alemán como contrapunto a un García que cuando juega en match play recupera la sonrisa que pierde cuando juega para él mismo y para su palmarés individual. Sus récords le persiguen desde hace años, quizá demasiados.

Siempre fue el más joven en todo, incluso en participar en una Ryder con sólo 19 años, 8 meses y 15 días. Ahora ya es un veterano con 24 años y le queda un mundo por delante.

Gran Jiménez.

Miguel Ángel Jiménez no deslumbró tanto (sólo sumó un punto) pero demostró que hacen falta buenos compañeros para ganar. Se le vio siguiendo todos los partidos, feliz, orgulloso de los europeos. No es para menos, es el hombre del año con cuatro torneos en su zurrón.