El Freire de siempre

Con Freire sucede esto: antes de cada victoria aguarda a que se acumulen un suficiente número de críticas, de modo que, llegado el triunfo, todos los que nos cansamos de esperarle nos sentimos enormemente culpables, a excepción, claro, de Linares, defensor infatigable. Freire no lo hace de forma consciente, seguro, ya dijimos de él que es el niño que sólo canta cuando no le miran, imposible conseguir un gorgorito cuando ha venido la familia a verle, incluidos los del pueblo.

En ningún caso se le puede reprochar a Freire falta de entrega o compromiso, y eso le diferencia de Aitor; simplemente ocurre que nos encontramos ante un corredor de inspiración inteligente que no tiene las famosas sensaciones de los ciclistas en las piernas, sino en la cabeza.

Freire venció sobre la línea a Zabel, que ya acumula tres segundos puestos en esta Vuelta y otros tres en el resto de la temporada. Para conseguir el triunfo, Freire tuvo que seguir la estela del alemán y remontarle en el último instante. Ese es otro de su méritos. Para ganar debe acertar antes quién será el ganador y luego, si puede, impedirlo. Y eso es derrotar al destino. Así que elige una rueda y la persigue sorteando cuantos locos se encuentra por el camino, lo que debe dar un miedo horroroso, sobre todo cuando no se está loco y tal vez Freire sea el único de los especialistas con sentido común, el único que no haría puenting de no montar en bici.

Fue su tercera victoria en la Vuelta, que sirve para completar un gran año si se suma a su triunfo en la Milán-San Remo y le deja con los deberes hechos a falta de mucha carrera y del Campeonato del Mundo de Verona, donde se vistió de arco iris en 1999. Y a nosotros nos deja como siempre, rendidos a un talento que le permite lograr, antes o después, aquello que se propone y lamentando, eso sí, que no se proponga más cosas.

No hemos comentado que Valverde también se metió en el sprint final y que en los últimos metros prefirió no arriesgarse. Y es que el grupo cabecero estaba muy mermado después del puerto de segunda y unos 70 ciclistas, todos los favoritos, se presentaron en Castellón con ventaja. Entre ellos no estaba Petacchi, de ahí, problamente, el desenlace de la historia, ni tampoco Vinokourov, que perdió más de 12 minutos. Otro de sus compañeros de equipo echó pie a tierra y el T-Mobile se queda con sólo cinco ciclistas, entre ellos el tapado Cadel Evans, cada vez más destapado.

De la etapa hay que destacar la frenética actividad del Liberty, que comenzó el pasado miércoles cuando Manolo Saiz (Liberty Valance) conversó con Valverde en el hotel del Kelme se supone que para ofrecerle un contrato, aunque si fue para hablar del tiempo el acercamiento sigue siendo igual de impresentable. Ayer se dejaron ver todos, de Nozal a Heras, que ganó seis segundos de bonificación en un sprint especial. Algo traman.

Muchos intentaron escaparse pero todas las fugas fueron echadas abajo por el Cofidis y el Rabobank, el patrocinador que nos deja más confusos junto con el Bergasol.

Mancebo, que se asoma al balcón, ya es líder de la montaña, jersey grana. OGrady, líder por puntos, viste un maillot con pececillos para que no maten a los pezqueñines. La falta de seriedad y continuidad en los colores de los maillots resta épica. Estoy por jurarlo.

La película

Km 0: 183 corredores toman la salida a las 13:25.

Km 44: En cabeza de carrera Quinziato y Hulsmans, que sacan 1:26 al pelotón.

Km 67: El Rabobank se pone al frente del pelotón y la ventaja de los fugados es de 8:34 minutos. Klier, cuarto del T-Mobile que abandona por problemas estomacales.

Km 116: Bertoletti, del Lampre, abandona la carrera.

Km 126: El líder del T-Mobile, Vinokourov, no está recuperado y marcha en la cola del grupo del líder. El pelotón se estira al paso por el Desierto de las Palmas.

Km 127. Fin de la escapada de Quinziato y Hulsmans. El primero en atacar es Nozal.

Km 132: Orden de paso por el Alto: Mancebo, Beltrán, Pérez Rodríguez, Lara, Heras y Cunego.

Km 140: Costa Almería lanza un ataque. En cabeza: López, Lara y Caruso. Por detrás se unifica el trabajo. Zabel y Freire se unen al grupo.

Km 147: El pelotón se agrupa, alcanza a los fugados. Konecny va en cabeza.

Km 152: Cofidis impone el ritmo. El pelotón se estira.

Km 157: Freire gana al sprint. Zabel fue segundo.