La gimnasta madrileña Patricia Moreno, debutante olímpica y con escaso rodaje en la competición internacional, ha plantado cara sin complejos a las maestras de la especialidad y ha ganado, con el bronce en suelo, la primera medalla de la gimnasia artística femenina española en unos Juegos.

Apenas una hora después de que Gervasio Deferr obtuviese el oro en salto, la joven gimnasta salió dispuesta a "comerse" el tapiz y presentó un ejercicio con pequeños fallos pero, comparado con los grandes errores de algunas rivales, plenamente merecedor de podio.

La española fue puntuada con 9,487, por detrás sólo de dos rumanas, uno de los países líderes de la gimnasia mundial. Catalina Ponor, que poco antes había ganado el oro en barra de equilbrios, repitió metal con la victoria en suelo (9,750). Su compañera Nicoleta Sofronie (9,562) selló una gran tarde para el deporte de su país.

La de Patricia Moreno es la primera medalla de la gimnasia artística femenina en la historia de los Juegos y la tercera en total, después de los dos oros ganados por Deferr. Moreno, de sólo 16 años, ya sorprendió en la ronda de clasificación al sacar la quinta mejor nota en suelo, por encima incluso de Elena Gómez, que era la baza con la que contaba la Federación Española para hacerse con una medalla en ese aparato.

En edad junior

"Que no se me asuste", era el deseo constante del seleccionador, Jesús Carballo, ante la entrada de su alumna en el grupo de lo que describió como "las vacas sagradas". Patricia Moreno mide 1,45 metros y pesa 34 kilos y fue campeona de España júnior. Pero aún en edad para estar en la categoría inferior, participó con la selección absoluta en los Mundiales del año pasado en Estados Unidos, en los que el equipo fue quinto.

Esa misma plaza obtuvo en la final por países de los Juegos de Atenas. En la final se salió del tapiz la vigente campeona mundial de la especialidad, la brasileña Daiane dos Santos, que perdió así la oportunidad de dar a su país su primera medalla olímpica en gimnasia artística.