Tres periodistas de TVE fueron agredidos el viernes en Atenas

María Oña, redactora de Televisión Española, Miguel Ángel de la Fuente, cámara de la misma cadena y José Andrés Rojano, ayudante de cámara, fueron agredidos en la madrugada del viernes al sábado por un grupo de anarquistas griegos, cuando se disponían a grabar diferentes imágenes del casco histórico de Atenas.

El equipo del ente público, que se encuentra en la capital helena realizando diversos reportajes sobre la sociedad griega en los Juegos, sufrieron heridas leves y, ayer, retomaban su actividad normal.

Atacados.

María Oña y su equipo, que estaban acreditados en los Juegos Olímpicos, pretendían tomar imágenes concretamente de la plaza de Monastiraki, muy frecuentada por los turistas. Los periodistas se percataron de la presencia de un grupo de españoles y, aprovechando la coyuntura, se acercaron para grabar. En ese instante, este grupo de anarquistas, que se muestran contrarios a la celebración de los Juegos Olímpicos, la emprendieron a golpes con la cámara y con los periodistas de Televisión Española.

La policía griega acabó con el incidente y trasladó a los presentes a comisaría. Sin embargo, varios integrantes del grupo agresor consiguieron huir.

Mª Carmen Izquierdo, directora de producción de los programas deportivos de TVE, se mostraba indignada por lo sucedido: Es inconcebible que suceda esto en unos Juegos que, hasta ahora, habían estado siendo muy limpios. Sin embargo, Izquierdo no achaca el incidente a fallos cometidos por los cuerpos de seguridad griegos y elogió la rapidez con la que se actuó: Parece ser que el grupo anarquista está más o menos identificado y ya hay dos griegos detenidos por esta agresión. Cierto. La rápida intervención de la policía concluyó con estos dos griegos detenidos, eso sí, a la espera de identificar a nuevos culpables. La directora de producción de los programas deportivos de la cadena pública, se mostraba aliviada por el buen estado de los españoles: Por suerte, la sangre no llegó al río y ya están trabajando de nuevo. Acabo de conversar con ellos y están tranquilos. El trabajo es la mejor medicina para aliviar esos nervios y esa tensión que sufrieron el pasado el viernes.