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Montañismo | Actualidad

Corominas: "Estoy bien, pero ahora sólo quiero dormir"

Ya ha llegado en el Campo Base

M. Á. Santos
<b>LOS VENCEDORES. </b>Los miembros de la expedición, antes del asalto.

Dos días después de haber coronado con éxito el K-2 por la vía más difícil (Magic Line), Jordi Corominas llegó por fin anoche al Campo Base. Óscar Cadiach (jefe de expedición Catalans al K-2) y Manel de la Matta están en el Campo 1. Estoy bien y muy contento, pero ahora sólo puedo pensar en dormir y recuperarme, comentó a Jordi Tosas, que se encuentra ya en España, por el teléfono satélite.

Mientras tanto, Valen Giró, que acompañó a Corominas de vuelta a la base, había salido ya con los porteadores de altura baltís (lugareños pakistanís) Gulam y Akhmed para ayudar a Óscar Cadiach y Manel de la Matta a regresar al Campo Base. Ambos habían llegado bien al Campo I, ya que el contacto se perdió cuando se quedaron sin baterías en su walkie-talkie. La primera parte de la Magic Line, que Giró debía remontar hasta dar con sus compañeros, es un corredor de nieve y hielo de 1.300 metros de desnivel que llega hasta el Collado Negrotto, sobre el cual se ubica el Campo 1. La ruta está equipada con cuerdas fijas al menos hasta el Campo 3.

Gran nevada. En el momento de redactar esta crónica, el tiempo ha empeorado mucho en el Karakorum himalayo. En el K-2 nieva intensamente y es de noche. La segunda montaña más alta de la Tierra (8.611 metros por los 8.848 del Everest) está considerado el más difícil y exigente de los 14 ochomiles que existen. La ruta tradicional es la llamada Abruzzi, abierta por los italianos cuando inauguraron la cima en 1954. La Magic Line, la seguida por Corominas, sólo se había logrado una vez en 1986.

Messner bautizó la Magic Line

Reinhold Messner, considerado el mejor montañero de la historia, fue quien bautizó la vía Magic Line (es genial, una obra de arte), aunque nunca logró completarla. Yo nunca dije que fuese una ruta suicida. Es peligrosa, pero no tanto como la cara sur (escalada por el polaco Kucuczka, en 1986). Preguntado días antes por Dani Martí sobre las posibilidades de Corominas y sus compañeros, Messner contestó: ¡Por qué no! Depende del tiempo y de la experiencia.