La biomecánica ayuda a Iban Mayo en el Tour

El Euskaltel-Euskadi no se da ni un instante de tregua. Tras la paliza del día anterior, el equipo que dirige Julián Gorospe se lanzó a rodar por las carreteras belgas para ultimar su preparación para este Tour que arranca el sábado en Lieja. Y lo hizo casi todo el tiempo en compañía. Hasta ocho aficionados llegaron a sumarse a los nueve corredores en los 120 kilómetros que recorrieron. Conviene aclarar que ninguno de ellos aguantó más de cuarenta kilómetros.

El coche del equipo, conducido por Gorka Gerrikagoitia, el responsable deportivo del Euskaltel, escoltó durante las casi cuatro horas de entrenamiento a sus corredores. Buena parte de los comentarios dentro del vehículo entre Gerrikagoitia, Julián Gorospe, director deportivo, y Tomás Amezaga, uno de los mecánicos, los acapararon las bicicletas. El ciclismo se ha modernizado mucho, tanto que los corredores llevan ya hasta plantillas ortopédicas. El pie es el punto de apoyo y ejerce de palanca sobre el pedal, aclara Amezaga.

Iban Mayo es, precisamente, un adicto a la biomecánica. Iban es muy meticuloso, sobre todo en relación a la altura del manillar y a las manetas. Generalmente le gusta tocar mucho la bici hasta encontrar la posición correcta, cuenta Julián Gorospe.

Este invierno el Euskaltel-Euskadi acudió al taller de un biomecánico italiano, con Iban Mayo y otros corredores del equipo, para recoger nuevas impresiones. Nosotros hacemos este tipo de estudios con nuestra marca de bicicletas, Orbea, pero oír a otros profesionales nunca está de más. Fuimos sobre todo para que Iban se quedara más tranquilo en este aspecto, puntualiza Julián Gorospe.

Gracias a la biomecánica, Mayo tendrá para este Tour una bicicleta muy mejorada para la cronoescalada, una de las etapas favoritas de Iban en este Tour. Se trata de una máquina mucho más ligera. Se ha reducido su peso al máximo gracias a que se ha utilizado un carbono de menor grosor. La nueva bici estará alrededor de los 6,8 kilos, explica Amezaga. Otro de los aspectos que ha perfeccionado Iban es su posición en la bicicleta, ahora mucho más aerodinámica. También se ha bajado algo el manillar y se ha cambiado un poco el ángulo de la bici, explica Gorospe.

Pero en el entrenamiento de ayer no todo fue hablar de bicicletas. Los corredores llegaron hasta Verviens y en el camino se encontraron con el circuito de Spa, donde se entrenaba algún que otro monoplaza. Llegaron, vieron y se dieron media vuelta. A alguno ya le gustaría ahora cambiar la bici por uno de esos, bromeó Gorospe. A mitad de carrera, hubo coca-colas y chocolatinas. Lo que es seguro es que a Gorospe le salió más barato llenar los depósitos de sus corredores que a los pilotos los de sus monoplazas.