La historia de la Eurocopa | Francia 1960
Esta vez la política derrotó al deporte
La Selección española debutó en Chorzow contra la polaca con un claro triunfo (2-4) que refrendó en Madrid (3-0). El sorteo de cuartos de final designó a la Unión Soviética como rival. Todo estaba dispuesto para el doble enfrentamiento cuando por razones políticas nuestro equipo se retiró de la competición. La información se suministró a los aficionados sin explicación alguna.
La Federación Española, presidida por Alfonso de la Fuente Chaos, apoyó desde el primer momento la creación del nuevo torneo europeo. Respondió con inmediatez a todas las consultas de la UEFA y el 27 de enero de 1958 envió la inscripción. Andrés Ramírez, su secretario general, participó activamente en el sorteo de Estocolmo, el 3 de junio, que nos opuso como adversario a Polonia. Lafuente Chaos mantuvo informada como era preceptivo a la Delegación de Educación Física y Deportes. La sorpresa del presidente fue enorme cuando el 4 de julio de 1958 recibió una carta de José Antonio Elola-Olaso comunicándole que por orden del Director General de Política Exterior (Ramón Sedó) "esa Federación debe de abstenerse de participar en la Copa de Europa de Naciones. Debo señalarte que esta comunicación tiene carácter reservado".
El fútbol español había estado presente en la creación de la FIFA (1904), de la Copa del Mundo (1928), de la Copa Latina (1948), de la Copa de Europa de Clubes y de la Copa de Ferias (1955). ¿Se vería condenado a estar ausente en esta ocasión? Lafuente Chaos no se rindió.
El 28 de junio de 1959 la Selección española debutaba en la Eurocopa ante Polonia. Los expedicionarios que viajaron a Katowice, la populosa ciudad industrial de Silesia, no se enteraron de que el encuentro se celebró en la cercana Chorzow, en el Stadion Slaski y, por tanto, Katowice ha pasado a la historia erróneamente como el lugar donde debutaron nuestros futbolistas en el nuevo Campeonato. Se venció por 2-4, con doble pareja de goles para Suárez y Di Stéfano. En Madrid se confirmó la clasificación con un rotundo 3-0.
El 11 de diciembre en París se sortearon los cuartos de final. A España le correspondió la Unión Soviética. Al día siguiente los presidentes Lafuente y Granatkin se pusieron de acuerdo. Los partidos se jugarían el 29 de mayo en Moscú y el 9 de junio en Madrid. Nuestra federación encargó los protocolarios regalos, fijó las condiciones económicas de viajes, estancias... e incluso se confeccionó la lista de las 32 personas que viajarían a Moscú el 26 de mayo. El inglés Aston, con Finney y Castle de auxiliares, dirigiría el encuentro.
El 25 de mayo se comunicó a la Federación Soviética que el Gobierno español había prohibido el viaje. Faltaban cuatro días para la celebración del mismo. En España apenas hubo información e incluso se impidió la entrada de periódicos como LEquipe. Se dijo que en el Consejo de Ministros fueron Carrero Blanco y Alonso Vega los cabecillas de la negativa. Finalmente, España quedaba fuera de la competición, con su prestigio deportivo deteriorado y con la duda de si hubiese ganado un torneo del que era favorita.
Hubo protesta de la Unión Soviética
La retirada española a cuatro días del partido de Moscú fue aprovechada por los soviéticos no sólo para exigir una sustanciosa reparación económica (seiscientos mil rublos), sino para atacar al régimen franquista "por esta intervención brutal de las autoridades que han impedido los encuentros de futbolistas españoles y soviéticos". Así lo expresaron en la larga carta dirigida a la FIFA y la UEFA firmada por sus dirigentes Valentín Granatkin y Vladimiro Mochkarkin y cuyo original se reproduce. No hay que olvidar que, casi dos años antes, el delegado nacional de Deportes, José Antonio Elola-Olaso, había comunicado a la Federación Española que debía abstenerse de participar en la Copa de Europa de Naciones.