El día del bautizo

Domingo 23 de mayo. Florentino y Camacho hablaron a solas durante horas. Ese día quedó perfilado el Madrid del futuro. Al terminar, un coche trasladaba al nuevo entrenador al bautizo del hijo de su representante Pedro De Felipe. En la reunión, además de mirarse a los ojos, hablaron de fichajes, de cómo podría ser el futuro organigrama técnico del club, de la participación directa de José Antonio en las contrataciones. Las prioridades eran un secreto a voces. Camacho aceptó de buen grado a Samuel. Solventada esa cuestión, dejó claro que la necesidad de un medio centro de garantías era básica. Baraja da el perfil. Más que Vieira, enredado en absurdas declaraciones contra el Madrid en los dos últimos años.

El problema, tanto con el fichaje del medio centro cómo del nuevo galáctico, es que habrá que esperar al final de la Eurocopa, y eso se traduce en un buen puñado de millones más si los que están en la lista lo hacen bien. Baraja y Totti pueden ser, ahora mismo, los mejor colocados. En el caso del valencianista confluyen dos asuntos que propician su fichaje: no acaba de congeniar con Benítez y, además, el Valencia necesita hacer caja. Con lo de Totti, paciencia. Cuando se anunció el fichaje de Samuel, casi le queman la casa los tifossi al dueño de la Roma. Hay que enfriar el ambiente y apoyarse en las ganas del jugador para cambiar de aires. Veremos si el niño del bautizo viene con un pan debajo del brazo.