Objetivo Wimbledon
El refranero español, rico en matices, nos enseña que "no hay mal que por bien no venga". Esta máxima se debería aplicar ahora Juan Carlos Ferrero y su entorno. Una vez cerrada la página de Roland Garros, hay que mirar al futuro con optimismo. Y el futuro se llama Wimbledon. El tenista valenciano y su entrenador, Antonio Martínez Cascales, siempre han dicho que es muy complicado ganar al mismo tiempo en el torneo parisino y en el londinense. La justificación era clara y meridiana: Es difícil salir de un gran esfuerzo indemne para, pocos días después, volver a intentar alcanzar la cima en otro maratón de partidos. Ahora Ferrero ha salido antes de tiempo de su torneo favorito y debe marcarse nuevos retos.
Juanqui debe recuperarse plenamente de su lesión en las costillas y después iniciar inmediatamente sus entrenamientos en la pista de hierba que tiene en su club de Villena. A partir de ahí debe trabajar para recuperar las sensaciones y coger ritmo de competición. Por eso, quizá sería conveniente que se inscribiera en el torneo de Queens, previa de Wimbledon a la que siempre ha obviado porque ese es momento de recuperar fuerzas. Ferrero no se debe agobiar por esta mala racha provocada por las lesiones. La temporada es larga y hay varias metas a conseguir (Wimbledon, Juegos Olímpicos,US Open, Copa Davis, Masters). De su calidad siempre se puede esperar lo mejor.