Escuela de alpinistas
El mundo del alpinismo y las grandes expediciones se encuentra en plena efervescencia. Nuestra temporada se encuentra en pleno auge, justo mientras unos estamos afanados en los últimos preparativos antes de partir hacia el Karakorum, otros, como los amigos del Grupo de Alta Montaña de Jaca, acaban de regresar de su expedición al Manaslu, un ochomil complicado que se ha aliado con la meteorología para no darles la mínima oportunidad. Si bien en esta ocasión no han tenido suerte, lo cierto es que el palmarés de esta institución militar, con la que Al Filo ha colaborado en grandes proyectos tales como la conquista de los tres polos, es uno de los más relevantes de Europa.
Más de una vez nos hemos referido en estas líneas al auge del alpinismo en España como símbolo del cambio copernicano que ha experimentado nuestra sociedad desde las últimas décadas del pasado siglo. Una sociedad que se ha tornado más abierta, más dispuesta a conocer, a experimentar, a disfrutar y aprender de nuevas experiencias. Y la Escuela Militar de Montaña y Operaciones Especiales de Jaca bien pudiera simbolizar esa transformación en el ámbito de la institución militar. Sus objetivos no son meramente deportivos.
La labor de la EMMOE destaca por su empeño en abrirse a la colaboración con otras instituciones, como la ONCE, universidades y centros de investigación médica, ofreciéndose como "conejillos de indias" a fin de mejorar nuestros conocimientos sobre las respuestas del organismo a situaciones extremas. También se han ocupado en sus expediciones de probar todo tipo de materiales y realizar informes sobre su rendimiento que redunden en una mejora de los medios puestos a disposición del ejército en sus misiones dentro y fuera de nuestro país.
De esta forma, aunque pocas personas sepan valorarlo, cuando en Afganistán o Kosovo ha sido necesario echar toda la carne en el asador o hacer frente a problemas difíciles, la experiencia adquirida en situaciones extremas frente a la montaña o en la Antártida, se ha revelado vital.Hoy tenemos, creo que por primera vez en la era moderna, un ejército eficaz y demócrata. Por eso la expedición del Manaslu, aunque no haya logrado el objetivo de pisar su cima, ha sido francamente positiva para todos.
La organización ha sido inmejorable. Los trabajos científicos se han cumplido y la experiencia de batirse con un adversario muy superior, hacer frente a la adversidad una y otra vez (el campo 1 a 5.800 metros ha sido enterrado por la nieve y destrozadas sus tiendas una y otra vez), no darse por vencido y saber retirarse a tiempo, son lecciones que todos deberíamos aprender, pero que son imprescindibles para el ejército moderno que deseamos. La escuela Militar de Montaña de Jaca se ha convertido en una escuela de alpinistas y de hombres muy comprometidos con su sociedad.
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Sebastián Álvaro. Es director del programa Al Filo de lo Imposible, de TVE.