Yo digo J. J. Santos

Al fin llegó la revancha

J.J.Santos
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Dicen que con la edad uno se vuelve más sensible. Yo he sido siempre de lágrima fácil. En Milan, hace tres años, se me escaparon unas cuantas cuando vi a Cañizares roto tras perder el Valencia su segunda Champions consecutiva. En la tribuna de San Siro comenté la desgracia con Torrico y todo eso me venía a la mente ayer cuando observé que los de Benítez se arrugaban en Goteborg. Parecían jugar con carga de plomo en la botas, acelerados, perdiendo el balón, timoratos. Olían a diván de psicólogo. Menos mal que cuando peor pintaba el asunto apareció el divino calvo Barthez, el mismo que hizo medio campeón de Europa al Madrid cuando jugaba en el Manchester, y alejó de un plumazo todos los fantasmas. Su entrada de juvenil sobre Mista aligeró peso en la mochila de los valencianistas.

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El broche a la mejor temporada de su historia llegó en una noche ventosa y gris en cuanto a fútbol. Una noche en la que Vicente y Mista reivindicaron su protagonismo. Igual el seleccionador Iñaki Sáez rectifica a última hora y convoca a un delantero en estado de gracia. Porque lo de la titularidad en la Selección del extremo, ni se discute. La otra clave volvió a estar en la solidez defensiva del equipo. Ayala, al igual que en su día Redondo cuando intimidó con una entrada a Mendieta en la final de París, marcó el territorio con Drogba nada más comenzar.

Cuando un equipo sale con la seguridad de tener su puerta a cero, juegue bien o mal, todo resulta más fácil. El tópico de que el fútbol siempre da revanchas, se cumplió nuevamente en el Ullevi Stadium. Tardó tres años, pero llegó. Enhorabuena campeones.

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