Yo digo J. J. Santos

El adiós de Luis Enrique

J.J.Santos
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Era su último partido en el Camp Nou pero entró mohíno, serio y circunspecto en el campo. Fotos familiares y un tímido aplauso para responder a los que desde la grada le jaleaban. Luis Enrique se va casi por la puerta de atrás en parte por su culpa y en parte por la del Barça, que ha querido despedirle así, con disimulo. Hace más de una década que no cruzo palabra con él. Igual ahora que se retira decide romper la lista de agravios. Algo debí hacer mal para alimentar su despecho. Pero su problema es que somos muchos los malvados merecedores de su indiferencia. Eso debería hacerle recapacitar. Zubi, Hierro, Luis Enrique... va desapareciendo la guardia pretoriana de Clemente.

Llegada su retirada, hay que decir que ha marcado una época, más en el Barça que en el Madrid. Sus tiempos de blanco fueron infortunados por su polivalencia. Se empeñaron en que pasara de delantero centro a lateral sin transición alguna. Sin embargo, en Barcelona encontró su puesto natural, el cariño que demandaba y hasta la identificación con un amplio sector nacionalista. No deja de ser curioso que se lo cargue una directiva que defiende esos valores que él promovió desde el balcón en el que se celebraban los títulos. Tampoco se ha tenido en cuenta que en la etapa negra de Gaspart, dio la cara en los peores momentos. Merecía un final mejor.

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