España busca su séptimo Europeo

Dice Ginés Meléndez, segundo de Santisteban, que la de esta tarde "es la final más difícil" que ha tenido. Ginés se rompió un gemelo y va a los sitios cojeando, pero va. Uno lo ve así, muletas en mano, y piensa que España también llega coja a esta final contra la Francia de la grandeur, la que no puede ni debe perder en su casa y con su gente. No han pensado en una cosa estos galos: España, como Ginés, llega a la final coja de ventajas, pero llega. A partir de ahí...

Cualquier cosa. Ganar, por ejemplo. O perder: la de hoy es la cuarta final de nuestras Sub-algo en menos de un año. Las otras tres, en Portugal, Finlandia y Emiratos, se perdieron. Hoy se cierra el círculo, para mal o para bien. Para bien vuelve Piqué, gran central culé casi fichado por el Manchester. Están Marc, el del hat-trick, y Pereira, el revulsivo. Está Cesc capitaneando un gran grupo. Además, la historia: en 2001, Torres y cía ya le dieron un palo a Francia en una final Sub-16.

Para mal, los franceses. Con Meney, el delantero profesional más joven de Francia: firmó un contrato con menos de 17 años. Con Ben Arfa, puro producto Clairefontaine, tipo Henry. Con dos centrales expeditivos, Thicot y El Mourabet, que volverán a formar pareja porque al segundo, que lesionó a César, lo dejó sin tarjeta el árbitro del Francia-España en primera fase. Zorafos se llama el trencilla. Es griego y vuelve hoy al lugar del crimen. Pregunten a la UEFA por qué. Al árbitro se sumarán a los 14.000 galos que gritarán en Chateauroux.

Casi todo en contra, pues. Escribía Bukowski que es absurdo pensar que todo es absurdo, porque ésa es, precisamente, la manera de darle sentido. ¿Entienden? Pues que hay que tener pesimismo, pero que sea un pesimismo optimista. Así que dénle algún sentido al partido y Vive la Espagne, Monsieurs.

Se extreman las medidas de seguridad

Las medidas de seguridad en la final que hoy disputarán las selecciones de Francia y España se han extremado en las últimas horas. El dispositivo policial será notablemente mayor que el que habitualmente rodea los partidos de categorías inferiores. Todo el mundo, incluidos los jugadores, deberán ir perfectamente acreditados en el estadio. Está previsto que el Gaston Petit de Chateauroux, registre un lleno, con 14.000 aficionados en las gradas. Será una auténtica olla a presión apoyando a la selección francesa, que busca conquistar su primer título en categoría Sub-17 en la historia del campeonato europeo.

Un calendario muy saturado

Juan Santisteban y Philippe Bergeroo, seleccionadores de España y Francia, respectivamente, tuvieron en sus manos el trofeo que hoy se disputan en el Gaston Petit de Chateauroux. Ambos técnicos se quejaron porque las selecciones han tenido que jugar muchos partidos en muy poco tiempo. Aún así, prometieron espectáculo. Saben que sus pupilos se entregarán a fondo.