Sainz intentará brillar entre los socavones

Con sólo diez coches oficiales, tras el primer tramo el Rally de Chipre puede quedar diezmado. A las siete y media de la mañana saldrán los mejores pilotos del Mundial en la especial de Lagoudera-Spilia. Y la bienvenida que les ha preparado este país recién integrado en la Unión Europea podría acabar con el espectáculo.

Grandes roderas por el paso de los coches en ediciones anteriores y las lluvias invernales, baches de casi un metro y piedras de enorme diámetro serán el recibimiento que se encontrarán los malabaristas del volante. Y lo peor está en esa primera especial de casi 40 kilómetros, sobre todo en los diez primeros.

En ese contexto, Carlos Sainz puede ser uno de los grandes favorecidos, ya que juega a su favor la contrastada fiabilidad del Citroën Xsara y que parte retrasado, con lo que los de delante le irán limpiando algunos de los abundantes obstáculos. El madrileño se muestra muy confiado con su vehículo tras haber cambiado todos los reglajes en unos ensayos realizados hace dos semanas en Grecia.

Pero si la fiabilidad de su Xsara y el de su compañero Sebastien Loeb será un arma, nadie duda en colocar al Ford Focus del líder Martin como el vehículo más competitivo en este tipo de terreno, aunque se verá penalizado por salir el primero. En cualquier caso, el ganador de la pasada edición de la cita chipriota es el campeón vigente, Petter Solberg, por lo que también tiene argumentos sobrados para colocarse como favorito claro. Y, por último, el Peugeot 307 de Gronholm cada rally que pasa está más cerca de la victoria y ha asegurado que la primera será aquí. Más emoción no se puede pedir, ya que, además, entre el primero y el cuarto sólo hay tres puntos de diferencia. Sainz está sexto, algo descolgado, a trece de la cabeza... pero en los diez primeros kilómetros sus rivales podrían sucumbir a la dureza.

La FIA teme los 80º en los coches

El pasado año se alcanzaron temperaturas de ochenta grados en el interior de los vehículos y los pilotos sumaban un par de grados más en sus mediciones corporales, casi con fiebre. Alarmados ante el peligro que ello podría suponer, en la Federación Internacional de Automovilismo quieren tomar cartas en el asunto de inmediato.

Según el doctor Paul Trafford, médico del equipo Mitsubishi, "conducir así podría llegar a ser muy peligroso". Y, por ello, se está mirando una fórmula para reducir las temperaturas del habitáculo a unos cuarenta grados. En Chipre no será un factor preocupante por el adelanto de fechas, pero en Grecia y Turquía, las próximas, sí lo será.