Con el paso justo
La cosa comenzó con reminiscencias de la fábula de la liebre y la tortuga. Ellos dos, jóvenes y sobradamente preparados para los esfuerzos físicos, o al menos eso se creían, comenzaron la marcha de aproximación al Shivling, una hermosa montaña del Himalaya indio, como si llevasen las botas de siete leguas. No sabían (como al parecer los jugadores del Real Madrid) que lo importante es alcanzar la meta con suficientes energías. Fueron pasando las horas y luego los días y el sudor, el cansancio, las escasas comida y bebida y la altitud, con la inestimable ayuda de las infecciones intestinales, iban mellando el espíritu y las energías de las jóvenes liebres mientras que la paciente tortuga, papel que parecía asumir su seguro servidor que esto escribe, continuaba a su paso; creo que mis jóvenes acompañantes nunca olvidarán esos días caminando hasta las fuentes del sagrado Ganges, como tampoco la lección de que lo importante no es cómo se empieza sino cómo se acaba.
?Ya ven, hay muchas lecciones que se extraen de las montañas que bien pueden aplicarse a la vida cotidiana e, incluso, para el campeonato nacional de Liga. Saber caminar por las montañas no es, aunque lo parezca, cosa fácil. Lo he aprendido, como tantas otras cosas, de mis amigos los porteadores del Karakorum. Cuando caminan parecen rozar el suelo, saben acompasar su ritmo a la senda, no se precipitan ni se retrasan, sufren con la carga al hombro durante horas, cuando se puede, se come y cuando no, se ayuna, pero saben que lo importante es que no te pille la intemperie al caer la noche. Juntos hemos aprendido qué es lo verdaderamente decisivo a la hora de adentrarse durante semanas y meses en lugares inhóspitos o en el universo vertical y donde escasea hasta el aire: conocer los propios límites y los del entorno al que te vas a enfrentar. Esto es tan imprescindible en el Himalaya como en lugares, a priori, mucho menos exigentes.
?Así nos lo ha demostrado una vez más la reciente tragedia, teñida de abrumadora incompetencia, vivida en el Mulhacén en la que tres excursionistas holandeses han muerto de frío, y agotamiento, en las montañas más altas al sur de Europa. Yo recomiendo a todos aquellos poco expertos que quieran adentrarse en el mundo de la montaña que utilicen, como se hace en toda Europa, los servicios de los guías magníficamente preparados que tenemos en España.
?Pero tienen que saber lo fundamental, lo que diferencia el montañismo de cualquier otro deporte: una vez comenzado no se podrá interrumpir el juego, es decir la ascensión, aunque se experimente fatiga o el tiempo empeore. De nosotros sólo depende el iniciar el partido pero no cuándo se acaba. Aquí las faltas no se castigan con un penalti, pues lo que está en juego siempre es la propia vida. Sino lo ven claro dense la vuelta. Por muy fácil que parezca el camino o muy baja sea la montaña. Lo importante, ya nos lo enseñaron los poetas Machado o Cavafis, es recorrer el camino y llegar con el paso justo.
Sebastián Álvaro es el director del programa de TVE Al filo de lo imposible