Xenia fue la más lista en la salida y acabó bronce

Día de la verdad, el de la competición, en el pantano de San Juan, y una vez más la competición volvía a estar al límite. La ya célebre medición dio 16º justos. Una décima más y los nadadores se hubieran visto obligados a quitarse el neopreno.

Aunque ayer salió por fin el sol, los nadadores agradecieron el traje, sobre todo Xenia López, flamante medalla de bronce en los 5 kilómetros. "Con el neopreno no he tenido nada de frío. Lo único en las manos y en los pies. Reconozco que me ha beneficiado porque al estar tan delgada tengo menos fuerza y con el neopreno floto más y me ayuda a deslizarme mejor", explicó Xenia.

La coincidencia de las dos pruebas, la masculina de 10 kilómetros y la femenina de 5, provocada por el síndrome meteorológico, desencadenó un pequeño caos en la salida de los 10 kilómetros, que se dio media hora después.

El dispositivo estaba calculado para una prueba y al coincidir ambas hubo que ampliar el número de barcas y de gente. Para colmo, las boyas señalizadoras se habían movido y parte de las barcas tuvieron que ser usadas para recolocarlas antes del inicio de la prueba. Hacían falta más conductores y no llegaban, y hasta el motor de una lancha se gripó.

Y como a río (o pantano, mejor dicho) revuelto, ganancia de pescadores (de Xenia, en este caso), la confusión que se produjo en la salida de la prueba femenina benefició a la española. "Al principio algunas se han equivocado Los árbitros gritaban, he visto la boya a lo lejos y me he escapado. Así he podido ir delante, más cómoda, porque en el medio del grupo hay muchos golpes. Ahí ha estado la clave de mi medalla", desveló Xenia. El pantano revuelto no le dio suerte a David Meca que acabó décimo.